jueves, 31 de marzo de 2011

DESARROLLO SOSTENIBLE EN LA COMARCA DE LA SIERRA DE ALBARRACIN

Se llama desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Intuitivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede mantener en el tiempo. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hoy sabemos que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy están planteadas.

En los dos documentos que reproducimos a continuación uno de la comarca y otro del Gobierno de Aragón, se reflejan los antecedentes históricos y el estado actual de los programas de desarrollo sostenible de la Comarca Sierra de Albarracín.



Para leer estos documentos a pantalla completa, pulse el icono de "pantalla" en la parte inferior derecha del marco del documento.






OTROS DOCUMENTOS SOBRE ESTE PROGRAMA

PROGRAMA DE DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE (2011-2015)

PROGRAMA DE DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE: CARACTERIZACIÓN DE LA ZONA RURAL (2011-2015)

viernes, 11 de marzo de 2011

Convocatoria de ayudas PCISA 2011

Archivo López  Segura (CECAL)

La sección del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCISA) del Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín (CECAL), en colaboración con la Comarca de la Sierra de Albarracín, convoca 6 ayudas de 500 euros cada una dirigidas a la elaboración de trabajos relacionados con el patrimonio cultural inmaterial. El plazo de presentación de proyectos finaliza el 14 de abril de 2011.



CONVOCATORIA DE AYUDAS A LA INVESTIGACIÓN SOBRE PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL PARA CENTROS EDUCATIVOS Y ASOCIACIONES CULTURALES


La sección del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCISA) del Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín (CECAL), en colaboración con la Comarca de la Sierra de Albarracín, convoca 6 ayudas de 500 euros cada una, dirigidas a la elaboración de trabajos de investigación relacionados con el patrimonio cultural inmaterial, de acuerdo con las siguientes bases:

I. Podrán optar a las ayudas los colegios de educación infantil y primaria (localmente o agrupados como CRAs), IES y asociaciones culturales del ámbito territorial de la Sierra de Albarracín.

II. Los participantes en la convocatoria remitirán su solicitud en documento electrónico al correo pcisacecal@gmail.com conteniendo los siguientes datos:
1. Identidad del participante o participantes:
-  Nombre de la asociación o centro educativo
-  Responsable del proyecto
2. Proyecto de trabajo a realizar, que constará de los siguientes apartados:
-  Título del proyecto
-  Resumen del proyecto
-  Plan de trabajo
-  En el caso de colegios e IES se detallará el grado de participación de los alumnos en la investigación.

III. El plazo de admisión de las solicitudes finalizará el 14 de abril de 2011

IV. Los proyectos de trabajo aspirantes a las ayudas deberán ser originales e inéditos. Se rechazarán todas la investigaciones finalizadas ya en el momento de la convocatoria. Se valorará la idoneidad del tema y la programación adecuada de la actividad. Se valorará especialmente la utilización de las TIC tanto en el desarrollo de la investigación como en la presentación del trabajo finalizado.

V. Para juzgar los proyectos presentados se establecerá un tribunal designado libremente por el CECAL. Su fallo será inapelable. Si ninguno de los trabajos presentados reuniera, a su juicio, la calidad suficiente, las ayudas podrán declararse desiertas. La decisión del tribunal se comunicará personalmente a todos los participantes.

VI. La Ayuda se hará efectiva en los plazos y proporciones siguientes:
 El 20% en el momento de la adjudicación.
 El 80 % restante tras hacer entrega del trabajo y previa aprobación del tribunal que designe el CECAL.

VII. Los proyectos seleccionados deberán finalizarse y entregarse antes de fin de 2011. En caso necesario podrá ampliarse tres meses más, previa solicitud por escrito y aceptación por parte del CECAL.

VIII. Al término de la investigación, deberá entregarse en versión digital una memoria que contenga el trabajo realizado, y que deberá ser enviada a la dirección que figura en la base II.

IX. La propiedad de los trabajos seleccionados corresponderá al CECAL, que podrá publicarlos en su revista, en alguna de sus colecciones de libros o en las páginas web del centro.

SOBRE PCISA
Sobre los elementos que conforman ese patrimonio cultural inmaterial visite este enlace.    


martes, 8 de marzo de 2011

¿Donde nace el río Tajo?


Recorrido del río Tajo por la Peninsula Ibérica

El río más largo de España nace en la Sierra de Albarracín. Eso no está en duda. Lo que ahora parece estar en cuestión es si su cuna está en la Fuente García (Frías) o en la Fuente del Pie Izquierdo en el término de Villar del Cobo. La polémica nace de una reivindicación del Ayuntamiento de Villar del Cobo....



Villar del Cobo reivindica que el Tajo nace en su término municipal

Fuente Pie Izquierdo (foto del Ayto. de Villar del Cobo)

El Ayuntamiento de Villar del Cobo ha solicitado formalmente a la Confederación Hidrográfica del Tajo que inicie el expediente para reconocer la Fuente Pie Izquierdo de la localidad como nacimiento del río Tajo. Alegan que esta fuente vierte agua al Tajo de manera continuada y está más alejada del río que el punto que se considera oficial en la finca Fuente García.

“No es una cosa del alcalde sino que es un acuerdo del Ayuntamiento”, destaca el alcalde de Villar del Cobo, Francisco Pérez. Y es que el pleno del Consistorio aprobó por unanimidad el pasado 16 de noviembre un acuerdo por el que solicitaban a la Confederación Hidrográfica del Tajo “solicitar el reconocimiento del punto de nacimiento en la Fuente Pie Izquierdo, que se encuentra en nuestro término municipal, dado que ésta fluye todo el año, y vierte al Tajo y está más alejada (3,5 kilómetros) del punto oficial”.

En el pleno acordaron también solicitar que se reconozca como punto límite de vertiente entre dos cuencas, la del Tajo y la del Júcar (por el río Guadalaviar), la fuente del Borbullón, también en el término municipal de Villar del Cobo.

El Consistorio remitió por escrito el 18 de noviembre esta solicitud a la Confederación Hidrográfica del Tajo, acompañada por un dossier de fotos y las coordenadas de los puntos, tras una visita de la guarda fluvial, según se recoge en el escrito.

Hasta el momento no han recibido ninguna respuesta, según señaló el alcalde, y consultada por este periódico, la Confederación no quiso pronunciarse en ningún sentido. “Con que lo reconocieran sería suficiente para mí de momento, y luego ya veríamos qué se puede hacer. Es una cuestión de justicia”, declaró el alcalde.

Fuente: Diario de Teruel.
Lunes, 07 Marzo 2011

Fuente Garcia (Frías) considerada origen del Tajo por la Confederación Hidrográfica del Tajo.


Artículos relacionados en esta Web

Remodelación del monumento al nacimiento del río Tajo

PROGRAMA DE DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE DE LA COMARCA DE LA SIERRA DE ALBARRACÍN 2011-2115



OBJETIVOS DEL PDRS

El objetivo general del PROGRAMA DE DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE (PDSR) es llevar a cabo las acciones necesarias para mantener la población y mejorar la calidad de vida y de renta en diferentes zonas rurales. Esto permite un impulso a diferentes territorios con menos posibilidades, favoreciendo el aprovechamiento de los recursos propios de la zona y mejorando los servicios y condiciones de vida de todos los ciudadanos.



PROGRAMA DEL PDRS

Para la creación del PDSR se determinaron una serie de principios básicos a tener en cuenta en todas las actuaciones y que se estructuran en 4 ejes estratégicos: actividad económica y empleo, infraestructuras y equipamientos básicos, servicios y bienestar social, y medio ambiente.

Para lograr los objetivos marcados, la Administración estableció un total de 53 tipos de actuaciones. Con todas estas posibilidades, en cada una de las comarcas se ha realizado un Plan de Zona en el que se han priorizado las actuaciones a llevar a cabo, teniendo en cuenta las peculiaridades, necesidades y apuestas de futuro de cada zona.

Estos Planes incluyen también un análisis para determinar las actuaciones necesarias que se deben financiar por el Programa de Desarrollo Rural Sostenible, logrando así establecer un programa de acciones lógico y coherente, teniendo en cuenta las posibilidades de fondos y de los diferentes instrumentos financieros de la zona.

Todas las actuaciones del PDRS cuentan con un proceso de seguimiento y evaluación mediante la realización de informes de procesos y ejecución, así como una evaluación de los resultados obtenidos.

PROYECTOS DEL PDRS

La Comarca Sierra de Albarracín ha realizado numerosos proyectos de mejora.

Conciliar la vida familiar, establecer nuevas formas de turismo y cubrir las necesidades de nuestros turistas, y fortalecer los pilares económicos de la comarca así como creas nuevas líneas de actuación han sido objetivo determinante.

Proyectos

1. Señalización y mantenimiento de senderos y áreas recreativas
o Objetivo: Mejora de la calidad de la oferta turística con el consiguiente aumento del turismo y del empleo en este sector. Presupuesto: 120.000 euros.

2. Creación de un lugar de interés deportivo y de ocio en Bronchales (campo de golf natural de l8 hoyos, campo de prácticas, bar y vestuarios
o Objetivo: Crear un referente comarcal en turismo de calidad deportivo y de ocio. Presupuesto: 300.000 euros

3. Apoyo a la producción, transformación y comercialización de carne procedente de ganadería extensiva y carne de caza
o Objetivo: Valorización de la carne procedente de ganadería extensiva y de caza, consideradas ambas como bienes estratégicos. Diversificación de la economía local. Presupuesto: 695.000 euros

4. Acondicionamiento de sala de despiece para carne de caza
o Objetivo: Pretende impulsar el sector de la caza y permitir la manipulación del producto quedando el valor añadido en la zona. Presupuesto: 50.000 euros

5. Apoyo a la implantación de plantas de biomasa
o Objetivo: Creación de proyectos empresariales aprovechando los recursos naturales del territorio. Incluye la urbanización de terrenos municipales y ayudas a empresas privadas relacionadas con el sector. Presupuesto: 88.637,55 euros

6. Parque faunístico
o Objetivo: Creación de un referente turístico en la Sierra de Albarracín a través de un proyecto comarcal que aúne la desestacionalización del turismo con la creación de nuevos empleos en torno a la riqueza faunística. Presupuesto: Construcción de redes de caminos y senderos 346.727, 87 euros Redes de saneamiento, distribución, teléfono y electricidad 577.871, 34 euros. Construcción y equipamiento de centros 775.401,15 euros

7. Medidas de ahorro energético para las C C . L L .
o Objetivo: Reducción del consumo y del gasto energético en los municipios de la Comarca. Presupuesto: 250.000 euros

8. Mejora de centros educativos públicos
o Objetivo: Mejorar las instalaciones y servicios de los centros educativos públicos mejorando del mismo modo la calidad de la enseñanza y permitiendo intervenir en acciones de conciliación laboral y familiar. Presupuesto: 50.000 euros

9. Acondicionamiento y equipamiento de salas culturales
o Objetivo: Mejorar y equipar salas culturales, bibliotecas, ludotecas, espacios culturales polivalentes tanto de gestión municipal como de entidades culturales sin ánimo de lucro. Objetivo operativo: creación de una biblioteca virtual. Presupuesto: 54.000 euros

10. Apoyo a iniciativas culturales
o Objetivo: Incentivar la realización de acciones de promoción cultural, equipamientos culturales, investigaciones, etc. Recuperación y puesta en valor del patrimonio cultural rural. Presupuesto: 50.000 euros

11. Equipamiento de una sala de rehabilitación comarcal
o Objetivo: Disponer al menos de una sala de rehabilitación totalmente equipada que preste servicio a la población de la comarca, evitando de esta manera el traslado hasta la capital para poder ser atendido. Presupuesto: 80.000 euros

12. Infraestructura y equipamiento de centros de protección social
o Objetivo: Ayudar a las Corporaciones Locales a mejorar y equipar viviendas tuteladas, residencias, centros de día, etc. en proyectos ya iniciados. Presupuesto: 155.000 euros

13. PORF ( Plan de Ordenación de los Recursos Borestales)
o Objetivo: Elaborar un plan de ordenación de los recursos forestales comarcales para su posterior tratamiento sostenible y funcional (madera, setas, piedra, plantas medicinales, biomasa, pastos, etc.). Presupuesto- 450.000 euros

14. Otras actuaciones comarcales
o Objetivo: Incluye ayudas para la diversificación agrícola (cultivos alternativos) y becas y ayudas para la conciliación familiar, personal, laboral y empleabilidad. Presupuesto: 50.000 euros


Plan completo con detalle de los proyectos en documento pdf.

Fuente: "SENTIR LA COMARCA", Número 1, Marzo 2011,  Editada por la Comarca de la Sierra de Albarracín.

martes, 1 de marzo de 2011

Juan Romero Alpuente, un revolucionario del s. XIX


Juan Romero Alpuente, natural de Valdecuenca

“Un vejete atrabiliario y furibundo, alto, flaco, descuadernado, anguloso, de gárrula elocuencia, de vulgares modos. Era tanta su fealdad, debida en primer término a la longitud de sus narices, que no es fácil que encontrara entonces ni se haya encontrado después su pareja”. Así describía el novelista Benito Pérez Galdós en El Grande Oriente (1875), al diputado en Cortes y magistrado de Valdecuenca Juan Romero Alpuente. Las alusiones sobre su figura se glosaron en el siglo XIX en todas las descripciones y análisis de los políticos liberales, radicales y exaltados, que promovieron la revolución en España tras la Guerra de la Independencia. Hoy, desgraciadamente, nadie lo recuerda en la Sierra de Albarracín. Por eso nos parece pertinente recuperar su figura a través de la glosa del estudio preliminar que el profesor Alberto Gil Novales hizo al editar sus obras completas, en dos tomos, con el título Historia de la Revolución Española y otros escritos (Centro de Estudios Constitucionales, 1989).

Valdecuanca


Un magistrado popular y controvertido

Su partida de bautismo afirma que nació en Valdecuenca el 9 de marzo de 1762. Su padre, labrador de “bastantes conveniencias”, se había casado en segundas nupcias con Josefa Alpuente, que procedía de Jabaloyas. Su hermanastro, sacerdote, se lo llevó bien pronto a Madrid, donde estudió las primeras letras. De allí pasó a la Universidad de Alcalá de Henares para cursar Filosofía, y en Valencia Derecho, donde se doctoró en 1783, con veintiún años. Su primera aparición pública la encontramos dos años después, cuando se presentó a unas oposiciones para cubrir la canonjía doctoral de la catedral de Albarracín. Recién tonsurado, consiguió que el cabildo le dispensase del requisito de edad mínima -que no alcanzaba- para hacer os ejercicios, y frente a otros cinco candidatos, consiguió el primer puesto y la prebenda. Pero en vez de acomodarse y disfrutar de por vida de una renta vitalicia, renunció a la plaza y ese mismo año se matriculó en el estudio de práctica jurídica que dirigía en Madrid don Francisco Antonio de Mendoza, fiscal del Consejo de Castilla, donde trabajó como ayudante, a la vez que participó activamente en la Real Academia de Jurisprudencia y Derecho Real Pragmático.

Colegio de Abogados de Madrid
En 1787, y tras ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid, fue elegido diputado por el partido y cuadrilla de Albarracín en la Juntas Generales de la Mesta. Es decir, se convierte en juez de los ganaderos de la Comunidad, tanto en sus conflictos por los pastos de Andalucía y Valencia en defensa de sus privilegios e inmunidades, como en sus disputas internas. Fueron años difíciles para los trashumantes, ya que a finales del siglo XVIII los ministros ilustrados iniciaron un cambio de política, en el que Romero Alpuente participó, para suprimir las competencias jurisdiccionales de la Mesta y favorecer los intereses de la agricultura en España. Muy buen recuerdo debió dejar en los los turolenses en esta etapa cuando confiaron en él como diputado provincial hasta su fallecimiento, como veremos a continuación.

Tras un intento fracasado de ser nombrado fiscal de la Audiencia de Aragón, en 794 fue propuesto como fiscal del crimen en la de Valencia. Allí comenzó su dilatada batalla política, que lo llevó tanto a la aclamación popular, como a la prisión y al destierro. Al estallar la Guerra de la Convención contra Francia, el capitán general de Valencia decretó la organización de un cuerpo de milicias, que debía vestirse y armarse a costa de cada cual. El que no pudiese, debía pagar 24 libras para compensar sus gastos. Tres magistrados de la Audiencia, encabezados por Romero Alpuente, se negaron a la recaudación, alegando que los voluntarios eran gente humilde, y que la contribución era ilegal. Acabaron encarcelados. Finalmente el Consejo de Castilla ordenó su libertad y destituyó al capitán general. Según citan sus cronistas, “fue llevado en triunfo a su casa por el pueblo con las más vivas demostraciones de gozo, de admiración y gratitud”.

En 1802 se trasladó a la Chancillería de Granada como oidor, y posteriormente gobernador, de la Sala Primera del Crimen. Dos nuevos incidentes van idea de la personalidad del magistrado. No dudó en procesar a sus compañeros al descubrir que algunos jueces habían amparado a criminales acusados de asesinatos; tampoco en acusar al capitán general Escalante por un atropello en el que su coche de caballos mató a un viandante y lesionó gravemente a varias personas, entre ellas una mujer embarazada. Las causas se volvieron contra Romero Alpuente, ya que los acusados tenían el favor del favorito de los reyes, Godoy, por lo que finalmente se acordó la suspensión del magistrado por seis meses y el traslado forzoso, a modo de destierro, a la Audiencia de Cararias. Pero la invasión francesa y la Guerra de la Independencia cambiaron completamente la situación.

Guerra de la Indepencia, "Defensa del parque de artillería de Monteleón (Joaquín Sorolla)


Espía contra los franceses y conspirador contra Fernando VII

En el verano de 1808, Juan RomeroAlpuente aparece en Teruel, presidiendo fugazmente la Junta Gobernativaestablecida de forma espontánea para el gobierno del corregimiento y la defensa contra el invasor. En septiembre publica en Zaragoza El grito de la razón al español invencible, donde junto con las arengas al valor y  al patriotismo, encontramos una visión singular del conflicto. El enemigo no es Francia, ni su revolución, sino el tirano -Napoleón-, que la oprime. Es una guerra por la libertad, que concluirá con la victoria de la razón, el progreso y la regeneración nacional. Un programa completamente revolucionario, con aspectos muy prácticos, como la sustitución de todos los funcionarios del régimen anterior, y donde llega a proponer un código de derecho universal que asegure la libertad y la propiedad de todas las naciones, con renuncia a la guerra como medio de dirimir sus posibles conflictos.

Ante el avance de los franceses vuelve a Granada, y de allí a Sevilla, donde solicita a la Junta Central que se le emplee para el servicio de su país. Finalmente fue nombrado comisario de la Junta para las provincias de Córdoba y Jaén. Allí se empleó en promover alistamientos, buscar armamento, garantizar el orden, y organizar partidas para la defensa de pueblos y caminos. De nuevo se enfrentó con vecinos acaudalados e influyentes que buscaban evitar el alistamiento forzoso para la guerra acomodándose mediante influencias en empleos de oficinas y hospitales. Acusado de sedicioso y de no acatar decisiones de la superioridad, acabó en la cárcel, de donde según algunos autores, fue sacado a la fuerza por el pueblo de Sevilla en vísperas de la ocupación francesa. Al año siguiente aparece como colaborador del invasor en Granada, presidiendo una junta de abastecimientos. Pero por su propio testimonio sabemos que realmente utilizó este cargo para trasmitir información a las autoridades españolas. Descubierto su espionaje, huyó por los tejados de la ciudad y se dirigió a Cádiz, donde se refugiaban la Regencia y las Cortes. Los franceses, indignados, llegaron a quemar su estatua en la plaza de Sevilla. En la ciudad sitiada, hervidero de refugiados y de debates políticos que dieron lugar a la Constitución de 1812, y con el título de diputado suplente de la provincia de Aragón, publicó el folleto Wellington en España y Ballesteros en Ceuta, criticando ácidamente el nombramiento de un general inglés como jefe supremo del ejército anglo-español.

Al acabar la guerra, Romero Alpuente era un declarado y reconocido liberal. Aunque mantenía relaciones con otros importantes turolenses de la Corte, como Tadeo Calomarde, fue destituido de su nuevo cargo en la Audiencia de Castilla la Nueva y desterrado a Murcia. Allí se introdujo en la recién creada logia masónica local, que conspiraba para la implantación en España de las ideas progresistas. Esta sociedad secreta, importantísima en la historia contemporánea, tuvo a Romero Alpuente como lider, con los grados de compañero, maestro y experto del Grande Oriente. Un informe policial lo definía así: “hombre sanguinario, cruel de pésimo corazón, de relajada vida, corifeo de todos los liberales, primera persona de la tertulia perniciosa del Alpargatero, donde concurren varios de las mismas ideas; es sujeto que si llegase a mandar en turbulentas circunstancias, haría bueno a Robespierre”. Finalmente, fue ordenado su arresto por conspiración y masón, y procesado por la Inquisición murciana, que pidió para él y para todos los liberales “la misma pena y rigor con que los Reyes Católicos acabaron con judíos, moros y herejes”. Incomunicado y pendiente de sentencia, permaneció el turolense hasta que triunfó en 1820 la conspiración de Riego.


Cortes de Cádiz

Juan Romero Alpuente, diputado en Cortes

El triunfo de la revolución de Riego sacó a Romero de la cárcel y lo puso al frente de su facción, como jefe político interino de Murcia, cargo al que renunció a ser elegido primer diputado a Cortes por Aragón. Es ahora cuando se convierte en una figura de alcance nacional, líder de la minoría exaltada en los años 1820 y 1821. Su elocuencia y sus argumentos lo hicieron famoso. Combatía la hipocresía de algunos falsos liberales, denunciaba la corrupción de la administración, defendía con vehemencia las libertades ciudadanas, y en conclusión, criticaba a todos y hablaba de todo. Su lenguaje directo, y en ocasiones chabacano, le granjearon enseguida el fervor popular. Algo que se acentuó cuando, ya sexagenario, se alistó a la milicia nacional y acudió a su turno de guardia a las puertas de las Cortes. Algunas descripciones de la época son muy significativas: “Romero Alpuente. Alto, seco, frío y feamente feo. Pero siempre sereno y siempre imperturbable; habla de todos los asuntos; habla sobre cualquier punto; habla desde la tribuna; habla colgado de ella; habla de cualquier modo, y tan fresco se queda de una manera como de otra. Minis tro de justicia, se conoce que la ama sedientamente, pero también debe amarse al pueblo más que al aura popular. Es piedra de toque de todas las discusiones, pues al punto que en ellas se oye el metal de su voz no hay nadie que no distinga si se ensaya oro, plata o arsénico. Tiene sus ciertos rasgos de originalidad, y sería con el tiempo un mediano orador con solo que se le mudase la figura, con que no bajase tanto el estilo, y guardarse constante decoro. Gasta gorro y anteojos de hierro, mas sólo por ceremonia, o por el bien parecer, pues por el un lado no los necesita, y por el otro no los quiere necesitar”. Tomás Collado, que fue contemporáneo suyo, refiere una anécdota muy ilustrativa. Cuenta que “al acabar las sesiones de las dos legislaturas, vino a Teruel a visitar a un su hermano, chantre que era de aquella catedral, cuya dignidad ridiculizó no mucho tiempo después en uno de sus folletos, para recompensar sin duda el agasajo y favores que siempre le debió. Desde Teruel pasó a Valdecuenca, su patria. Paseábase una tarde solo y tan preocupado, que no advirtió una reunión de los sujetos más visibles del pueblo, que saliendo con el mismo objeto, habiéndole divisado, le llamaban con desaforados gritos. Vuelto en sí, y hostigado por sus paisanos para que les dijera, si se podía, en qué pensaba, les contestó: “Acá para mis adentros me entretenía en sentar algunas bases para plantear una revolución perpetua”. ¡Vaya un pensamiento filantrópico!”.

Como ejemplo de sus intervenciones parlamentarias incendiarias, es una de sus frases políticas más famosas “la guerra civil es un don del cielo”, para así poder librar a la nación de los elementos reaccionarios. En 1821, al conocerse una intentona realista, llegó a pedir la sangre de 15.000 habitantes de Madrid para salvar la revolución. Elpopulacho exaltado por esta y otras proclamas, asaltó la cárcel de Madrid, sacó y asesinó al sacerdote Matía Vinuesa, al que consideraban implicado en la trama, e incluso se dirigieron al Palacio Real amenazando la integridad de Fernando VII.

Fernando VII, grabado de la llegada al Puerto de Santa María.

Destierro y acusaciones de traición

En 1823 la descomposición del liberalismo y la invasión de los Cien mil hijos de San Luis trajeron de nuevo el reinado absoluto de Fernando VII. Para evitar su captura se refugió en Gibraltar, y posteriormente, junto con un gran número de políticos y militares españoles, se trasladó a Londres, esperando mejores tiempos para los liberales. Muchos fueron auxiliados por el duque de Wellington, si bien con Romero Alpuente supo hacer una excepción, recordando las puyas que le había lanzado en la Guerra de la Independencia. Ancianoy sin recursos, acabó en la miseria.

Acompañado de su sirvienta, Vicenta Oliete, sobrevivió de pequeños donativos y de la venta de sus publicaciones, como la titulada Causas de la caída de la Constitución, o la escrita con motivo de la revolución de 1830, Los tres días grandes de Francia, y modo de reproducirlos en España, con varias ediciones en Francia, Inglaterra y clandestinamente en España, donde evidentemente fue prohibida por incitar a la subversión. Dehecho, ese mismo año fracasó un intento de deponer a Fernando VII en el que Romero Alpuente figuraba como futuro ministro de justicia. Al año siguiente vendió a un supuesto editor el manuscrito de su libro Historia de la Revolución Española. En realidad quien el comprador era un agente del espionaje español, y su obra, inédita, acabó en la biblioteca del Palacio Real de Madrid. Y así permaneció hasta 1989, en que el profesor Alberto GilNovales la puso a disposición de los investigadores. Es durante su exilio cuando caen sobre nuestro personaje varias acusaciones de traición, al descubrirse varios documentos – aireados en varias sesiones parlamentarias después de su muerte – que daban a entender que había recibido dinero del gobierno español a cambio de facilitar información sobre las actividades de los disidentes residentes en Inglaterra. Su criada Vicenta sí que tuvo un contacto directo con agentes de la policía de régimen absolutista, controlado entonces por el también turolense Tadeo Calomarde. Sus enemigos políticos, que los tuvo tanto en las filas liberales como en las conservadoras, denostaron su figura con las acusaciones de espionaje, aunque otros compañeros de filas lo defendieron y no consideraron fundadas las sospechas de colaboracionista, más cuando a su vuelta del exilio, formó de nuevo parte del sector más exaltado del liberalismo.

Al morir Fernando VII volvió a España, y casi inmediatamente fue nombrado procurador en Cortes por la provincia de Teruel. No llegó a tomar posesión. Se le encontró implicado en una nueva conspiración contra el gobierno de la regente María Cristinay su Estatuto Real, ¡a los setenta y cuatro años de edad!,y acabó en la prisión recién llegado del exilio. Tras su puesta en libertad, y tras serle concedida la jubilación de su cargo de magistrado, no se le conoce ninguna actividad política. Un año después, el veintidós de enero de 1835, afectado por una infección catarral, fallecía en Madrid.

Casi todas las valoraciones póstumas han sido sumamente críticas. Además de Galdós en los Episodios Nacionales, Pío Baroja lo cita despectivamente en Memorias de un hombre de acción, y en Siluetas románticas: “Romero Alpuente, que se las echaba de Robespierre, era un viejo ridículo, alto, seco, con la cara angulada y una estúpida sonrisa. (...) Hablaba de una manera pesada, pedantesca y monótona. Se creía un hombre genial. Sus argumentos de patán mixto de leguleyo asombraban a sí mismo”. Pedro Ortiz Armengol, le dedica un capítulo titulado Purgatorio de Romero Alpuente, con apelativos como “anciano furibundo”, “bárbaro”, “cafre”, “bocazas”, “momia”, “repulsivo personaje”, “incendiario viejo”, “demagogo” o “cascado”. Hoy, con la edición y la lectura de sus escritos políticos podemos llegar a otras conclusiones. Fue un político con gran influencia popular, pionero de la revolución liberal en España, y de ideas avanzadas, íntegro en sus convicciones, por las que sacrificó la estabilidad y la comodidad que le daba su cargo y posición. Todo un revolucionario español.

Fuente:

José Luis Castán Esteban, 2011,  JUAN ROMERO ALPUENTE, UN REVOLUCIONARIO DEL SIGLO XIX, Rehalda 14, CECAL