miércoles, 27 de abril de 2011

Los Mayos 2011 en Gea de Albarracín




Cartel de Los Mayos de Gea 2011

En la noche del próximo sábado, cuando se inicie el nuevo mes, se cantarán en Gea los Mayos, en su versión específica local....

La comitiva saldrá a las 12 de la noche de la plaza de San Bernardo para cantárselos en primer lugar a la Vírgen, ante la talla de la Esperanza en la iglesia parroquial. Luego, las estrofas de las mozas se cantarán en ronda a un par de geanas casaderas. La música y voces son, en su mayoría, de la rondalla de Gea, de la que forman parte bastantes asociados/as, reforzados por Luis Martínez y otros miembros del grupo de jota amigo Armonía del Jiloca. Como siempre, habrá pastas, mistela y licores.

Asociación cultural El solanar de Gea




Imágenes del documental de los Mayos a la Virgen de Gea 2010



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Fiestas en Gea de Albarracín

Concurso de recortadores jóvenes promesas
Y por la noche, toro embolado, música en directo y baile hasta que el cuerpo aguante....





La comisión de fiestas de Gea de Albarracín.

Revisión de la flora y fauna de la sierra de Albarracín



Las diversas especies vegetales que podemos encontrar dependerán de variables naturales como la altura sobre el nivel del mar, la humedad, la temperatura y el tipo de suelo; también de otra variable muy a tener en cuenta, la acción humana.

En el caso que nos ocupa el factor limitante natural, va a ser generalmente la cantidad de agua disponible, bien procedente de las precipitaciones o por la existencia de cursos de agua próximos.


Estos variables van a condicionar cuatro tipos de paisajes:

1. Las zonas boscosas, con:
a. Pinares sobre terrenos calcáreos
b. Pinares sobre terrenos silíceos
c. Encinares
d. Bosques sabineros
2. Los prados con sabina rastrera
3. Las estepas, colinas y cultivos
4. Los sotos y huertas


Zonas boscosas

En las zonas boscosas, encontraremos especies arbóreas de hoja perenne.
La Sierra de Albarracín se caracteriza por temperaturas frías y con poca humedad, además de estar situados por encima de los 900 metros, sobre terrenos frecuentemente calizos aunque otras veces silíceos.
Podremos encontrar formaciones boscosas en mosaico, de pequeño tamaño. En los terrenos silíceos, pino resinero y conforme vayamos elevándonos sobre el nivel del mar será más abundante el pino albar o silvestre.
Especies como el Tejo, en otro tiempo más abundantes podremos observarlas en ejemplares aislados.

Pinares sobre terrenos calcáreos

Está probado que en nuestra provincia, especialmente por la zona de la sierra de Albarracín, ya existían bosques de pinares hace al menos 10.000 años.

El pino albar o silvestre ocupa las zonas más altas conviviendo con la sabina rastrera, (Juniperus sabina), que se sitúan hasta límites superiores a los 1.700 metros de altitud.

Arbustos como la sabina negral (Juniperus phoenicea), sabina rastrera (Juniperus sabina), enebros (Juniperus communis), completan la presencia de especies de la familia de las cupresáceas.
Otras especies arbustivas ofrecerán sus apetitosos frutos a diversas especies animales. Las endrinas (Prunus spinosa) y las grosellas silvestres (Ribes grossularia) serán apreciados manjares del mirlo capiblanco (Turdus torquatus) o del mirlo común o tordo (Turdus merula ) que los alternarán con gusanos y algún que otro insecto. En todos estos ecosistemas nos encontraremos con restos de piñas, que nos delatan la presencia de ardillas (Sciuridae). No faltarán tampoco los lirones caretos (Eliomys quercinus).
Otras aves de pequeño tamaño trabajarán incansablemente entre las ramas de los árboles o arbustos buscando insectos que sacien su apetito; por ejemplo el reyezuelo sencillo (Regulus regulus), los carboneros comunes (Parus major), los herrerillos capuchinos o los carboneros garrapinos. Unas de sus presas serán las procesionarias del pino o cualquiera de las abundantes especies de hormigas.

El agateador común (Certhia brachydactyla) trepa en espiral por los troncos a la captura de cualquier insecto. Cuando haya terminado con un tronco, descenderá hasta la base y comenzará con otro,
Encontraremos diversas especies de rosas, o zarzas con frutos igualmente apetecibles para los ratones de campo (Apodemus sylvaticus) o zorro común (Vulpes vulpes),. El ratón será presa habitual del cánido pero también de alguna rapaz como el ratonero común (Buteo buteo) o la víbora hocicuda (Vipera latasti latasti). Otra culebra que ocupa estos lugares es la coronela meridional (Coronella girondica).
Arbustos pinchudos como el agracejo (Berberis vulgaris) o el majuelo (Crataegus monogyna Jacq. Crataegus monogyna Jacq.) dan color al bosque, a la espera de que alguna violeta, los tomillos o las aquilegias (Aquilegia vulgaris) den un colorido más variado. Allí estará también el petirrojo (Eritachus rubecula), poco esquivo y de fácil observación.

Otras frutas, no sólo consumidas por los animales salvajes, son la fresa silvestre (Fragaria vesca) y las azarollas (Sorbus domestica) que de forma aislada, esta última, encontraremos fundamentalmente en lindes o bordes de caminos, alimentándose de diversas semillas, veremos al pinzón vulgar (Fringilla coelebs) y al verderón serrano (Serinus citrinella).

Pinares sobre terrenos silíceos


Si bien al pino albar le es indiferente el tipo de suelo, por lo que los encontraremos a partir de los 1.000 metros tanto en suelos calizos como silíceos, no le ocurre lo mismo al pino resinero o rodeno, que requiere estos últimos. Por ello, en los rodenos o areniscas rojas encontraremos unos magníficos bosques de esta especie. La flora que se asocia a estos terrenos, que además son más húmedos, es bastante diferente a la de los otros ecosistemas. Especies aromáticas como el cantueso (Lavandula) y de atractivas flores como la estepa (Cistus) o los jaguarzos (Cistus salvifolius). Otras como las brecinas y los brezos nos delatan la presencia de suelos silíceos.

En los bosques de pino albar encontraremos ejemplares de arándano (Vaccinium corymbosum), de acebo (Ilex aquifolium)o diversas especies de rosas y zarzas.

Los Rebollos o Roble Melojo (Quercus pyrenaica) han quedado aislados en lugares inaccesibles, o formando pequeñas poblaciones, que de forma arbustiva conviven con los pinos silvestres.
Como setas más características encontramos el porro (Boletus Edulis) o el rebollón (Lactarius deliciosus) entre las comestibles. Pero tampoco nos será difícil admirar la belleza de la atrapamoscas (Dionaea muscipula).

En los claros, se forman pequeños prados en los que encontraremos diversas margaritas como la maya (Bellis perennis) o narcisos (Narcissus). Donde sea más abundante el agua, alguna flor amarilla del botón de oro resaltará entre el fresco verde.
Sobre los árboles las ardillas pasarán desapercibidas, mientras el arrendajo común (Garrulus glandarius) hace de las suyas alborotando al vecindario. Las escobas de brujas, consecuencia del crecimiento desmedido de las acículas en alguna rama por la acción de algún hongo, nos llamarán la atención por su tupidez y verde más profundo. Por todo lo contrario, aunque también sobre las ramas, nos llamará la atención una planta parásita, el muérdago (Viscum album), de color más claro y frutos blancos.
En algún pequeño curso de agua encontraremos el sapillo pintojo, o bajo alguna piedra al sapo partero (Alytes obstetricans).

Como mariposa más espectacular o característica de estos bosques citamos la isabela (Graellsia isabelae), cuyas larvas no son difíciles de ver a principio de verano.

En bordes de caminos, costados de tapias o edificaciones las ortigas serán abundantes. Y en los recovecos de alguna roca, donde no lleguen los rayos directos del sol, diversas especies de helechos encontrarán el lugar adecuado para su desarrollo.

Será común ver a los carboneros garrapinos y un poco más difícil por su diminuto tamaño al mito.
Asimismo no será raro oír el canto nocturno del carabo, o en las zonas de monte claro ver al búho chico.

Encinares


Los bosques de encina, han soportado una gran presión, estando en ocasiones aclarados y siendo sus ejemplares de porte bajo. Entremezclados con las carrascas, se encuentran ejemplares aislados o reducidas islas de quejigos (Quercus faginea Lam).

Estas formaciones se ven acompañadas de los dos enebros y de diversas especies aromáticas, como la madreselva, u otras de bonitos colores como las violetas.
Entre todas ellas podremos observar a las perdices rojas o a las palomas torcaces, que alternarán sus vuelos entre estos bosques, los sabinares y campos de cultivo, al igual que la mayoría de la fauna vertebrada. Los mirlos también serán abundantes en estos ecosistemas.

Con un poco más de suerte podremos observar a la curruca rabilarga, o a algún reyezuelo listado.
También matas espinosas como la rosa, las aliagas o los erizones. Estos últimos se encuentran habitualmente a altitudes que rondan los 1.200 m.

Otros arbustos son llamativos, como las sonajas o espantalobos, cuyas legumbres suenan, al ser movidas por el viento. A la que no mueve el viento es a la rastrera uva de oso, que tapiza los suelos,
Hay que nombrar a las trufas. Entre sus más fieles recolectores podemos citar a los jabalíes abundantes por toda la zona.

Bosques Sabineros


La sabina albar, forma bosques de todos los tamaños; encontraremos desde ejemplares aislados a grandes superficies, pasando por reducidas poblaciones. Igualmente será frecuente como forma arbórea dominante, o mezclada con encinas, melojos, pinos laricios o albares.
Especies vegetales de las zonas más altas serán la sabina rastrera y el enebro común, el tomillo o los erizones. Asimismo encontraremos algunas gramíneas como las festucas o los claveles. Común será también encontrar a la curruca rabilarga, mirlos y zorzales charlos.
Entre los pájaros comedores de semillas el más frecuente será el pardillo.
También podremos ver al chotacabras gris y a la abubilla.

Prados con sabina rastrera


Los prados, generalmente por encima de los 1.700 metros toman un aspecto especial, como manchados de verdes claros y oscuros, salpicados de diversos colores.
Una vez llegamos a los 1.700 m de altitud encontramos unos prados de gran riqueza paisajística y botánica.
A primera vista llaman la atención las manchas oscuras, rastreras, de sabina, entre las que se sitúan de vez en cuando y no en todas las laderas, ejemplares de pino silvestre. La comunidad queda rematada con ejemplares de enebro común.
No será difícil reconocer al macho del roquero rojo si sus hábitos esquivos nos lo permiten.
En la época invernal frecuentarán estos ecosistemas especies como el escribano cerillo o el acentor alpino.

Estepas, colinas y cultivos


En las zonas de estepa o garriga, predominará la escasez de agua, encontrando especies de arbustos y plantas herbáceas, en muchas ocasiones con hojas transformadas en espinas, o de pequeño tamaño, coriáceas, con abundantes pelos, siempre intentando evitar la pérdida de agua. En contrapartida sus flores son de llamativos colores y casi siempre, aromáticas.
En estas zonas se alternarán espacios cubiertos de plantas de aspecto rudo, con otros utilizados para la agricultura de cereales y leguminosas fundamentalmente. Estos lugares son frecuentados por bandadas de diversas especies granívoras como el jilguero o los trigueros que se alimentarán de semillas de diversas especies como el cardo blanco o corredor. Las raíces y la parte basal del tronco de estos ejemplares serán el sustrato idóneo para que crezca la apreciada seta de cardo.
En las épocas de floración son especialmente llamativos los erizones, los gamones y la hierba de las siete sangrías. Tampoco podemos olvidarnos de la hierba sanjuanera utilizada como infusión tónica.
Acompañando a diversos cultivos florecerán la amapola morada, la palomilla, o las zapatillas de venus. La gota de sangre resaltará con el color llamativo que su nombre indica.
Posiblemente veremos algún mochuelo que se encuentra próximo a los campos de cultivo donde capturará algún grillo.
Son abundantes por estos lugares las alondras y las cogujadas.
Entre los más conocidos enebros y sabinas encontraremos alguna efedra fina, rosales y endrinos, y entre las pequeñas grietas de alguna roca la siempreviva menor guardará reserva de agua en sus carnosas hojas.

Sotos y huertas


La vegetación de las vegas o sotos se caracteriza por ejemplares frondosos de hoja caduca. Su diversidad y extensión se ha visto muy mermada por la utilización de los terrenos para la agricultura y por plantaciones de diversas especies no autóctonas, de más rápido crecimiento para su explotación maderera; estos lugares, así como las cunetas de caminos y carreteras son aprovechados por otras especies foráneas que se convierten, por su buen aclimatamiento, en invasoras. Algunos ejemplos son la robinia o falsa acacia, el ailanto o árbol del cielo, o el olmo pumilla.
Las galerías vegetales son importantes para la permanencia de las diversas especies y el correcto funcionamiento del ecosistema. Dan cobijo, permiten la cría, facilitan la consecución de las redes tróficas, amortiguan las temperaturas, tanto del aire como del agua; asimismo sujetan el terreno y ayudan al mantenimiento de los cursos de agua. A ello fundamentalmente ayudan las especies arbóreas como el fresno, cada vez menos abundante,
Los árboles y arbustos que abundan en estos lugares, son los maltratados chopos, cada vez menos abundantes.
Chopos y álamos, son sustituidos en gran medida por especies híbridas importadas. No nos pasarán desapercibidos los majuelos, cornejos y saucos.
Entre las plantas herbáceas más comunes podremos encontrar por cualquier lugar la bolsa de pastor o diversas especies de amapolas. Con sus delicadas flores amarillas otra papaveracea como la celidonia mayor crecerá abundantemente al borde de alguna pared o curso de agua.
Trepando entre cualquier soporte, la vetiguera o clematis dará con sus frutos plumosos la nota pintoresca.
Entre las diversas especies de juncos y plantas de rivera, la musaraña, incansable cazadora de insectos y arañas tal vez sea presa de la lechuza común, que se cobija en algún granero o edificio poco visitado. También serán presas comunes de este raticida natural, los topillos y las ratillas. Estos roedores también serán devorados por carnívoros como la comadreja o la guina o garduña.
En huecos pero esta vez en el suelo, bajo piedras, encontraremos algún ejemplar de sapo.
Diversas especies de sauces abundan por los márgenes de los cursos de agua, donde podremos encontrar escarabajos acuáticos como el hidrofilino, o chinches como la notonecta, o el escorpión de agua.
Entre las mariposas más llamativas de estos lugares podemos citar a la macaón o mariposa alas de golondrina o las conocidas blancas o blanquitas de la col.
Muy difícil de observar por sus hábitos, serán los eslizones ibéricos; no ocurrirá lo mismo con la culebra de collar o la viperina de agua.

Autor:  José Carrasquer Zamora, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, U. Teruel

Composición hecha con fotos de Drakis
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lunes, 25 de abril de 2011

Centro de Interpretación Arquitectura Tradicional de la Sierra de Albarracín


Ubicado en el antiguo horno de la localidad Pozondón donde podrás enterarte, en breves pinceladas, de la tipología constructiva y funcional de la arquitectura tradicional de la Sierra de Albarracín.


Para empezar audiovisual hace un recorrido por los cascos urbanos del Parque Cultural, mostrando los mejores ejemplos y presentándonos los materiales y las técnicas constructivas usadas por los habitantes de este territorio durante siglos, para levantar sus viviendas y las construcciones de uso agrícola o ganadero. 


A través de paneles y maquetas se da a conocer en detalle los materiales usados para la arquitectura tradicional: madera, tierra, hierro, yeso, cal  y piedra, con los que se construían las parideras, pajares y viviendas y se hace un repaso del urbanismo y arquitectura propios de la zona: arquitectura civil, religiosa, militar y utilitaria.

Dirección: 
C/.  Horno, s/n.
Tel. Ayuntamiento: 978 701 032.
Visita previa petición telefónica.

FOLLETO DEL MUSEO



Descargar folleto en documento Acrobat pdf

VISITA VIRTUAL


Pulse sobre la imagen para realizar una visita virtual 360º del museo.
Vídeo de la página de la Red de Museos de la Comarca de la Sierra de Albarracín



ALGUNOS PANELES DE LA EXPOSICIÓN
























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domingo, 24 de abril de 2011

Centro de Interpretación de Los Secretos del Rodeno



Ubicado en el antiguo Horno del pueblo y está dedicado a todo aquello que tiene que ver con el rodeno (tradiciones, construcciones, geología, naturaleza, arte, etc.).



Los visitantes se encontrarán con una agradable estancia en la que a través de un audivisual y un panel central, puede recorrer el parque cultural de norte a sur.Cuenta también con una pantalla táctil con interesante información de la comarca y con varios paneles explicativos en los que se habla de la geología, la flora, la fauna, la medicina natural, la arquitectura o las leyendas asociadas del rodeno. En este Centro de Interpretación se explica la estrecha relación que el hombre ha tenido a lo largo de los siglos con este espacio natural y al final podemos escuchar mediante unos cascos una selección de leyendas que tiene a la Sierra de Albarracín como escenario.

Dirección:
C/ Luis Simón, nº 1
Rodenas (Teruel)
Tel.: 978 701 076
Visita previa petición telefónica.

FOLLETO


FUENTE DE TEXTOS: 
MUSEOS Y CENTROS DE INTERPRETACIÓN DE LA SIERRA DE ALBARRACÍN (I),  Luis Martínez Utrillas y Víctor Manuel Lacambra Gambau, Rehalda 16, CECAL

VISITA VIRTUAL 360º

jueves, 21 de abril de 2011

Valdecuenca recupera la ermita gótica de San Roque


Las obras de rehabilitación de la ermita de estilo gótico renacentista de San Roque del siglo XVII en Valdecuenca acaban de finalizar, tras su ejecución en varias fases. La primera de ellas se inició en 2008. La inversión realizada en la rehabilitación de la ermita ha sido de 150.000 euros. La ermita, tras la cesión del Obispado de Teruel-Albarracín, se convertirá en un centro cultural del municipio.



El alcalde de Valdecuenca, Arturo Marco Benedicto, mostró su satisfacción por la recuperación patrimonial de una ermita que estaba en ruinas, la de San Roque, y que tras cuatro años de obras se va a convertir en un centro cultural. “La ermita de San Roque estaba ruinas y tras los trabajos que se han ido ejecutando por fases y gracias a las subvenciones del Departamento de Política Territorial del Gobierno de Aragón, que dirige Rogelio Silva, de la Vicepresidencia de José Angel Biel y de Asiader de la Sierra de Albarracín, además del Ayuntamiento, se ha podido terminar la rehabilitación integral”.

Marco añadía que a él personalmente no le gusta ni quiere que ningún edificio patrimonial, bien eclesiástico o municipal, esté en ruinas o en mal estado. Para la rehabilitación de la ermita de San Roque, el Ayuntamiento de Valdecuenca tuvo que conseguir primero un acuerdo con el Obispado de Teruel-Albarracín para la cesión del santuario por 30 años y con la finalidad de que fuera un centro cultural. La propiedad de la ermita no se sabía de quien era, si del Obispado o del pueblo, llegándose al acuerdo con la cesión al Ayuntamiento para que la ermita de San Roque se convirtiera en centro cultural.

Fuente: Diario de Teruel, Viernes, 22 Abril 2011



martes, 19 de abril de 2011

Un documental muestra la riqueza del sabinar de Monterde de Albarracín

Presentación del audiovisual sobre el Sabinar de Monterde
 La riqueza natural del sabinar de Monterde de Albarracín se divulgará a través de un documental recogido en un DVD, iniciativa con la que se quiere dar a conocer este sabinar que está reconocido como Lugar de Interés Comunitario (LIC) pero es todavía desconocido dentro de los montes singulares de Aragón.




La presentación del documental, elaborado por la productora Pyrenne, se realizó el pasado domingo en Monterde y a lo largo de casi media hora se muestra la disparidad y riqueza de este monte. El trabajo ha sido dirigido por Eugenio Monesma, contando como asesores científicos con Luis Martínez Utrillas, Daniel Guillot y Pedro Saz Pérez.

En el trabajo se destacan los roquedales en la ruta de Peñaquebrada y las grandes extensiones de sabina rastrera de la ruta de la Altiplanicie y por las laderas del Campillo.

Llaman la atención también los ejemplares centenarios de la Jara, Pozondón o la masada del Cebrero y especialmente en Monterde, los existentes en Balsarroya, Palomarejos, Pelpúz, Hoya Bautista y junto a la balsa de Valverde. De entre todos, Luis Martínez destaca la zona comprendida entre Escoboso y el Meadero que corresponde a la ruta de las Sabinas centenarias.

Allí se encuentran los árboles que se salvaron de las talas indiscriminadas de principios del siglo XX para utilizarlos como travisesas en las vías del tren. Además, resalta Martínez, los que se salvaron son únicos por la excentricidad de sus formas, con troncos sinuosos y retorcidos.

El documental es otra iniciativa de divulgación de este patrimonio que se suma a las rutas senderistas ejecutadas hace unos años. Apuestan también los promotores de este proyecto por poner en marcha un centro de interpretación del monte sabinar, que ya está proyectado, y que en su opinión, supondría dotar al municipio de Monterde de los medios necesarios para ser un referente nacional y europeo en este tipo de hábitat.

Fuente del texto: Diario de Teruel

Pedro Saz, junto a la exposición de fotografías de sabinas
Asistentes al acto de presentación del audiovisual
Pedro Saz y Luis Martínez Utrillas, dos de los autores del video

Ayuntamiento de Monterde, sede del acto
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domingo, 17 de abril de 2011

El Centro de Visitantes del Acueducto Romano potenciará el turismo

Antonio Arrufat y Antonio Navarro
El presidente de la Diputación de Teruel, Antonio Arrufat, indicó que se había elegido la Semana Santa para la apertura del Centro de Visitantes del Acueducto Romano Albarracín-Gea-Cella para aprovechar la gran afluencia de visitantes que se produce en ésta época del año en la Sierra de Albarracín.



Navarro añadió que será a final de año cuando se contabilice el número de visitantes que recibe el centro que hoy se abre al público y que tendrá el horario de jueves a sábado de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas. Los domingos sólo se abrirá por la mañana. Durante la Semana Santa, la instalación estará abierta de martes a domingo tanto por la mañana como por la tarde.

El Centro de Visitantes del Acueducto Romano tiene tres áreas. Una expositiva, otra informativa y la tercera de descanso. El total de la superficie es de 332m2. En el interior hay un muro lineal de piedra que desde el exterior penetra en el edificio, discurre por el y sale nuevamente al exterior por la parte contraria. El centro, que también ofrece información turística de la Sierra de Albarracín, en su parte expositiva tiene un sala de proyecciones en la que el visitante ve un vídeo sobre la importancia del agua en el Imperio Romano, además del Acueducto Albarracín-Gea-Cella. En otra sala expositiva, los visitantes pueden ver una simulación de la excavación del acueducto, así como de galerías y pozos. Asimismo, hay un gran plano de Cella con los puntos arqueológicos excavados.

Fuente: Diario de Teruel. 17/4/2011

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Audivisual del Acuducto realizado por Aragón Televisión



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