domingo, 21 de febrero de 2010

La Cueva de la Leona


Sería a finales de la primavera de 1880, cuando unos pastores que habían estado con su rebaño, en la Era Barea, bajaron al pueblo asustados, habían visto a una Leona.

-Es cierto, es cierto, dijeron los pastores ante la mirada incrédula de sus familias y amigos.
-Pero, si en Noguera no hay de esos animales
-Que sí, que sí, que la hemos visto, se ha metido en la cueva.

Ante la insistencia de los jóvenes, se formó un grupo de hombres adultos, para ir a ver si encontraban algún animal.

Llevaban palas, azadas y palos y un cuchillo grande de la matanza. Subieron por las Dos Aguas y luego por la Fuente de las Borroqueras hasta alcanzar el Prao Navazo, luego subieron la cuesta de los Colladillos y se fueron aproximando poco a poco a la Cueva.

El suelo cubierto de hierba, las albarcas y su costumbre de andar por el monte, hicieron que se aproximaran sin hacer ruido, aunque no tenían miedo, pues sabían que en Noguera nunca se habían visto mas animales que los de siempre, algún ciervo, jabalíes o zorras, pero estaban intrigados y sobre todo querían saber que habían visto los zagales, ya que si no averiguaban lo que había en la Cueva, los pastores no querrían subir con las ovejas y las cabras, y la verdad es que había buenos pastos allí arriba.

Entraron y miraron la Cueva, como es pequeña, enseguida vieron que no había nada, algunos excrementos de animales, algunas ramas y restos de una hoguera, se echaron a reír,

- Demonios de zagales, a ver si lo que quieren es no tener que subir hasta estos altos con el ganado.
- Pues vamos a bajar al pueblo que tenemos cosas mejores que hacer, y a esos muchachos, pues no habrá que hacerles caso, pero a lo mejor tenemos que subir con ellos algunos días, para que se den cuenta de que aquí no hay nadie.

Decidieron bajar por Peña Grande y Peña Lalar y luego monte abajo hasta la fuente del Ventanar. Apenas habían subido un poco la cuesta, vieron brillar, a lo lejos, algo que parecía un vellón de lana, pero muy rara, porque era grande, de un color entre roya y marrón y además se movía.

- ¿Veis aquello?
- Pues claro, ¿Cómo no lo vamos a ver con lo que reluce?
- ¿Será eso lo que han visto los muchachos?
- Pues habrá que averiguarlo, que para eso hemos subido.

Tan sigilosamente como se habían acercado a la Cueva, pero ahora con más precaución se fueron acercando poco a poco y cuando ya estaban bastante cerca, el vellón se paró y se quedo muy quieto, los hombres un poco asustados se miraron unos a otros.
A ver quien era ahora el valiente que se acercaba para ver que era aquello, al final el más joven de ellos dijo:

- Nosotros somos cinco, por muy grande que sea el animal, podremos con él, llevamos palos, azadas y un cuchillo, algo podremos hacer entre todos.

Armándose de valor, y empuñando cada uno su herramienta, se acercaron y cuando estaban lo bastante cerca para ver lo que era, descubrieron que sobre unas estepas había una piel bastante grande, de color rojizo que tenía como flotando trozos de pelo color dorado, y eso era lo que con el viento habían visto moverse y con el sol relucir.

La cogieron y vieron que la piel era muy rara, que no pertenecía a ningún animal de los que ellos conocían, que estaba bien curtida y que tenía unos agujeros por donde podrían meterse las manos.

- Parece como si estuviera usada, de seguro que se la pone una persona y desde luego esto ahora no es un animal.
- ¿Se lo habéis visto puesto a alguien en Noguera?
- No, yo no
- Yo tampoco
- Entonces habrá que llevársela y enseñarla, para que se vea que no es nada y que nada hay que temer.

Bajaron al pueblo y se dirigieron al Ayuntamiento, colocaron la piel sobre unas borriquetas y se marcharon cada uno a su casa, pensaban volver por la tarde y convocar a todos los vecinos para enseñarles la piel, a ver si alguien sabía de quien era, y sobre todo para quitar el miedo a los zagales.

Pero cuando volvieron, la piel no estaba, se preguntaron unos a otros si la habían cogido, pero ninguno lo había hecho, así que se olvidaron de la piel y cada uno se fue a su avio.

Pero al atardecer cuando el sol estaba poniéndose, uno de los zagales vio como la piel relucía sobre las estepas. Y pensó,

- Debe ser una persona, a la noche voy a subir otra vez a la cueva para ver que hay.

Ya anochecido, subió monte arriba, cruzó por el Corral de las Viejas y con mucho sigilo se acercó a la Cueva, y allí vio a una mujer joven, rubia y muy bella, que estaba frente a una hoguera de la que salía un humo de color azul.
Nada más que la joven se dio cuenta de que era observada, empezó a volverse vieja, la cara se le llenó de arrugas y el pelo se volvió blanco.

- Díos mío, pensó el muchacho, esto debe ser cosa de brujas.
- Acércate zagal y caliéntate que hace frío.

El muchacho se acercó al fuego y se sentó. Poco a poco se fue sintiendo mas relajado, no parecía que aquella mujer tan vieja fuera a hacerle daño, pero ¿No la había visto antes joven?


 
El humo de la hoguera se fue extendiendo y se fue volviendo más y más azul y el muchacho se vio envuelto como en una nube. La nube, se fue haciendo cada vez mas grande y alrededor de ella fueron apareciendo mujeres a cada cual mas bella, la que él había visto vieja, ahora tenía de nuevo el aspecto de una bella joven rubia. El muchacho estaba paralizado, no entendía nada, nunca había visto tantas mujeres hermosas juntas y menos vestidas con pieles, estaba como hipnotizado.

Las mujeres empezaron una danza alrededor de la hoguera, con movimientos muy suaves como bailando con las llamas, fueron sacando de sus pieles puñados de hierbas que al arrojarlas al fuego producían hermosos colores y aromas conocidos, espliego, tomillo, rosas, moras, trigo, alfalfa...

Las Brujas de la Sierra de Albarracín, habían elegido el lugar para su Ceremonia Anual de Purificación y habían enviado a la Joven Rubia para limpiar el lugar de Malos Espíritus.

Al cabo de un par de horas, la hoguera se apagó y las muchachas se sentaron alrededor para descansar. Conforme se apagan los tizones, las jóvenes se volvían mayores, algunas se hacían viejas y entonces el muchacho reconoció a una mujer de Noguera.

Esta mujer, cogió de la mano al zagal y emprendió el camino de regreso a Noguera.
En la Fuente del Ventanar se despidieron, pero antes la Mujer tocó la frente del muchacho y le hizo un conjuro:

- No recordarás nada de lo que has visto, pero dirás a todos que en la Cueva de la Leona, no hay nada, que se puede subir sin miedo y que hay buenos pastos.

Al día siguiente, cuando la Mujer se volvió a encontrar con el zagal, le preguntó que tal estaba, y el muchacho contestó que bien y que se iba con las ovejas y las cabras a La Cueva de la Leona.

Autora: Pilar Molada

miércoles, 17 de febrero de 2010

Los Medievales de Teruel se celebran este fin de semana



Este "finde" son los Medievales de Teruel. Una buena oportunidad para pasar el el fin de semana en la Sierra y hacerse una escapadita bien abrigado a disfrutar la las fiestas de nuestra capital.

Este "finde" son los Medievales de Teruel. Una buena oportunidad para pasar el fin de semana en la Sierra y hacerse una escapadita bien abrigado a disfrutar la las fiestas de nuestra capital.

Las jornadas medievales de Teruel son un acontecimiento sin igual en comparación a lo que se suele hacer en la mayoría de las localidades y provincias.

Este gran acontecimiento que se lleva celebrándose desde el año 1997, en conmoración de las Bodas de Isabel de Segura. Este año toca del 18 al 21 de febrero.
Evento: Bodas de Isabel de Segura (Jornadas medievales, incluyendo artesanos, mercaderes y taberneros)

martes, 16 de febrero de 2010

Colaboración de Coco Bullón



"Hola, mi nombre es Gonzalo Bullón, conocido como "Coco" por la gente de mi generación, soy nieto de Ricardo Bullón y Patrocinio Garcia.. te mando una foto que para mi es entrañable, en la casa de mi bisabuela, en la acequia, que actualmente ya no existe pero donde construyó mi padre una nueva..

Un saludo, y viva Noguera!"
Mensaje de NogueraNaturalmente:

Gracias Coco, por haber respondido a nuestra invitación del mensaje anterior. Los jóvenes como tú sois el futuro de Noguera y vuestro cariño por el pueblo, hará que permanezca vivo en el futuro y en el recuerdo. Terminas tu mensaje con un "Viva Noguera" (que bonito suena eso de boca de un joven oriundo de segunda generación) y... permíteme añadir..

¡Viva NogueraNaturalmente!, que cada día somos más los que con nuestras contribuciones queremos que siga latiendo el corazón de
este barquito de papel hecho de cuaderno de bitacora
con vocación de nave,
de este huevecillo acunado en los pinares de Noguera
con vocación de ave,
de estas palabras lanzadas al espacio virtual,
con vocación de Salve...
Mis saludos afectuosos a tus padres y a tus abuelos que son también lectores y colaboradores de NogueraNaturalmente.



Volveremos pronto...


Muchos estáis preguntando y otros estaréis pensando qué pasa con nosotros que no publicamos nada ultimamente.
En la foto veréis gráficamente nuestro panorama. Estamos trabajando a tope en otros menesteres más mundanos pero, no os preocupéis: nuestro corazón está en Noguera y en la Sierra de Albarracín.... y volveremos con cuando amaine la tormenta. Zapatero dice que este año se acaba la crisis. Dios -o algún  familiar- le oiga....



Entre tanto se admiten cosas para publicar y mensajes de ánimo (o de humor) para todos los afectados, que somos casi todos.

lunes, 8 de febrero de 2010

La danza de la Brujas de Jabalón



Con el diablo se relacionan las brujas que acuden a los aquelarres del Jabalón, ese pico de Jabaloyas de casi mil setecientos metros. Aseguran los lugareños que la montaña está toda hueca y que, en su interior, se oculta una ciudad. Sirve de punto de encuentro de todas las brujas de la Sierra de Albarracín.

De cuando en cuando, llegan hasta su cima, otras amigas del demonio, en este caso, provenientes de los más remotos rincones del planeta. En otro tiempo, estas reuniones, llamadas sabáticas por celebrarse la noche de los sábados, tenían lugar al aire libre. Esa es la razón de que conozcamos lo que le sucedió a un joven pastor que guardaba su ganado en la falda del monte. Cuentan que, en cierta ocasión, el joven pastor presenció un aquelarre. Contempló a las brujas completamente desnudas, bailando en torno a un macho cabrío. El muchacho había escuchado a algún viejo de su aldea que de estas amigas del demonio podía obtenerse cualquier cosa. Sólo era cuestión de poner sobre sus ropas una cruz hecha con dos ramitas de ruda. Llevado a cabo el elemental ritual, la bruja quedaba obligada a conceder todo lo que se le pidiera.

Y eso es lo que hizo el muchacho mientras las brujas enloquecidas bailaban sin parar alrededor del diablo, transformado en macho cabrío. Colocó dos ramitas de ruda sobre las ropas de una de aquellas mujeres, una bruja que se movía con una fuerza más poderosa que la de un huracán. Al terminar el aquelarre, la bruja se dirigió al joven pastor y le preguntó qué es lo que quería. Este le contestó que un diablo metido en una redoma. Durante algún tiempo conservó el pastor en su poder la extraña reliquia, hasta que un día el diablo expresó el deseo de abandonar su cautiverio. Pactó con su dueño que, a cambio de su libertad, le daría un valioso tesoro.

Inmensamente rico, el pastor se casó con una hermosa joven de la que estaba enamorado, pero a la que nunca se había atrevido a declararse por pertenecer ésta a una familia de noble estirpe y muy rica.

Referencias
Francisco Lázaro Polo,
UNA SIERRA DE LEYENDA
Rehalda Número 8 - Año 2008

Imagen
"El aquelarre" de Francisco de Goya, (Museo Lázaro Galdeano, Madrid)