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Sobre un remolque cubierto con la bandera de Aragón, con una silla y su guitarra, tuvo lugar la primera actuación de José Antonio Labordetaen 1975 en Jorcas (Fotografía del Diario de Teruel) |
José Antonio Labordeta visitó por primera vez
Jorcas en 1975. Y, gracias a su amistad con Luis Vicente Ariño, siguió acudiendo todos los quinces de agosto a este pequeño núcleo rural para actuar de modo desinteresado ante cientos de vecinos de todas las comarcas e incluso de la capital turolense.
“Yo no estoy hablando de dinero, hablo de ir a cantar a Jorcas”. Con esa frase cerró José Antonio Labordeta el trato para acudir a la localidad turolense en 1975, donde ofreció un total de 20 conciertos en otros tantos años y todos ellos sin cobrar ni un duro. Le movía una buena causa –los vecinos querían movilizarse para lograr que les llevaran el agua corriente a las casas– y tras un primer año en el que acudió acompañado de su guitarra y de su amigo Luis Granell, llegaron otros muchos gracias a la amistad que surgió con los jorquinos, especialmente con Luis Vicente Ariño, con quien tenía muchos intereses comunes.
Y ayer, a poco de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, sus canciones y sus poemas volvieron a sonar y, en esta ocasión, a adornar las calles de
Jorcas. La localidad turolense rindió ayer un afectuoso y multitudinario homenaje al cantautor aragonés José Antonio Labordeta al que asistieron más de 500 personas, tanto de la localidad como de pueblos vecinos y otros lugares de Aragón y España. Convertir la calle Mayor en un paseo por la poesía y las letras de Labordeta o entonar en una sola voz el Canto a la Libertad, fueron algunos de los actos que organizó Jorcas para recordar a uno de sus más insignes visitantes.
Las letras de la Albada o del Canto a Libertad o las estrofas del poema dedicado a Teruel colgaban de las paredes de las viviendas de la calle Mayor de Jorcas. Todos los vecinos habían elegido algún texto de Labordeta y lo habían plasmado en un gran folio en blanco para convertir la calle principal de la localidad en un paseo dedicado al cantautor.
“Mayores y niños han querido dejar su pequeña colaboración en esta jornada de homenaje”, explicó una de las organizadoras, Lucía Pérez, quien añadió que era una forma de agradecer a Labordeta “su fidelidad a Jorcas”.
A las 8 de la tarde, desde lo alto del castillo, junto al árbol plantado en su nombre el 2 de mayo de 2010 José Manuel Ros interpretó con la dulzaina la Albada, que continuarán estrofa a estrofa un grupo de jóvenes con sus instrumentos cuerda y viento uniéndo a ellos nuestras voces.
A continuación, se procedió a la lectura de los mensajes, poemas, anécdotas y recuerdos en torno a Labordeta escritos por los vecinos del pueblo y enviados por gentes de cualquier punto geográfico para la ocasión. Luego se proyectó un audiovisual sobre su presencia distintos años en las fiestas de Jorcas y todo ello dentro de una caja, se enviará a la familia de José Antonio junto a un nogal nacido en el pueblo, finalizando con el "Canto la libertad", candidato a ser el himno nacional aragonés, entonado por todos los asistentes.
Intervenciones durante el recitalEntre las numerosas intervenciones aludidas, estuvo la de un oriolano y amigo, Alberto Villén, que nos ha cedido su texto para esta publicación:
"A José Antonio Labordeta
Es un poema sonido de sus canciones, un intento de que sea él sin pasar por mi, una forma de extender su eco y su voz, un ayer traído a hoy, como todo lo suyo, un camino emprendido que no puede dejar de tener caminantes.....tantas cosas:
Polvo, niebla, viento y sol,
Te fuiste al polvo
y yo escribo aquí, por tu Último aliento,
por el alba del camino.
Agua, trigo y viento y cantos de libertad
testigos mudos creciendo a tu alrededor.
Caminaremos con tu lluvia
en busca del aire que limpie la esperanza
y remoce la casa;
haremos que sea tu palabra cierzo
en nombre de los que nunca llegaron,
río defenestrando las noches
al son de la albada (aldaba) guerrera,
palomas blancas de tus manos izando la verdad,
huellas de los labios Para Poder besar.
Besos de luz a la soledad
Para deslindar la sal r saborear las olas del mar
hasta abrazarnos mirando el horizonte.
Junto a ti. raudales de palabras.
veloces vientos, nubes volanderas,
estrellas infinitas. Amor al atardecer.
Caminar despacio por los días
la soledad, la aurora y la distancia.
He puesto sobre mi mesa todas las banderas rotas
¿Quién te cerrará los ojos tierra, cuando estés callada?
Y como ya escribiera Vallejo:
"...de ti guardo el olor a primavera
que me traen los vientos con tus vuelos."
Alberto Villén. Orihuela del Tremedal, 21-07-2011.
Y esta otra intervención de Victor Villanueva Blasco. Bien escrita e hilbanada con los versos del cantautor, bien leída y hasta bien titulada: "Viaje a donde hay nieves en Abril" a lo que yo añadiría "y almas mil". Si Alberto Villén nos ha regalado una joya en verso, la tuya es un diamante en prosa.
VIAJE A DONDE HAY NIEVE EN ABRIL
Lo que ha sido para mí José Antonio Labordeta lo resumiría con cuatro versos de “El poeta”, que dedicó a su hermano Miguel. “Caminos son / abiertos por su fuerte voz / lanzada contra cierzo y sol / y contra tantos siglos de dolor.”
Primero fue “Albada”. “Esta es la albada del viento, la albada del que se fue”… a Castellón, a Valencia, a Compostela, a Vigo, al exilio republicano, al frente, llevados a cárceles, a campos de concentración o a preñadas cunetas de muerte. Muchos quisieron volver “pero eso no pudo ser”. Privilegiado por los tiempos en que el exilio es por estudio o trabajo, he vuelto con la rasmia y la convicción de luchar por esta tierra de Teruel. “Ya ha llegado la hora de tener en nuestras manos lo que nos quitan de fuera”… a nuestras hijas e hijos, su ilusión, su futuro, arrastrándolos lejos de aquí. Aún recuerdo la lágrima funambulista cuando escuchaba en tierras gallegas “Regresaré a la casa” e imaginaba “la casa de mi padre” vacía, sintiendo la pérdida de un tiempo inexistente junto a él, junto a mi madre, mi hermano. Ya sabéis. No quiero arrancar “de los muros los retratos ya viejos”, quiero abrazarles, besar sus rostros sin que estos hayan amarilleado tras el cristal del marco colgado en la pared.
“Somos” es la raíz que me mantiene arraigado a mi tierra, a sus gentes, a nuestra cultura. Y en eso estamos, “…hundiendo en las palabras las huellas de los labios para poder besar. Tiempos futuros y anhelados, de manos contra manos izando la igualdad”. En su defensa “como esos viejos árboles batidos por el viento que azota desde el mar”. “La vieja” y todo el disco “Cantar i callar” me abren en canal, como un andalán, para sembrar en mí un sentimiento de pertenencia al mundo rural, a su rudeza, sus dificultades, a toda a su honestidad, fortaleza e ilusión.
Por cuestiones familiares “Banderas rotas” me envolvería como una segunda piel. “He puesto sobre mi mesa todas las banderas rotas, las que nos rompió la vida, la lluvia y la ventolera de nuestra dura derrota”. Desde entonces busco recuperar la voz silenciada, romper las telarañas tejidas por el miedo y la precaución sobre los ojos y bocas de mi gente querida, y de otras que me son extrañas sin serlo su dolor por aquella dura derrota y lo que vendría después. “Pensando que la justicia crecería como un vuelo de gaviotas en el mar… vimos cómo al final sólo nos quedó el recuerdo de un mástil desarbolado y unos jirones de tela rotos por el vendaval”. Era yo muy pequeño, pero recuerdo un tiempo lleno de esperanza e ilusión por una Constitución y una Democracia. Ninguna ha restituido debidamente el derecho a la dignidad y a la libre expresión a quienes 40 años de Dictadura impuso silencio a su voz. Un pacto de Transición dio continuidad a 30 años más de silencio. Es tarde ya para muchas personas, pero ese trabajo del que tú formaste parte, José Antonio, otros seguimos dándole avance “uniendo nuestros hombros para así levantar a aquellos que cayeron gritando libertad”. Aunque tengo la certeza de que siempre quedará inacabado. Las voces perdidas, lo son por siempre.
“Viaje a Itaca” de Kavafis es uno de mis poemas predilectos. He intentado vivir mi vida con esa idea del viaje. Cuando descubrí “Nieve en abril”, escrita para tu hija Ángela, sentí que hablabais de lo mismo. “Tienes ante ti la vida como un vergel, como una hermosa esperanza que no se puede perder, y debes seguir como por la mar abierta a vientos que a veces rompen la paz sobre tu cubierta… La vida así te irá dejando sus huellas y sombrearán tus ojos las ilusiones primeras, y luego allí donde da la vuelta el viento te toparás con los sueños olvidados por el tiempo”. Estos versos formarán parte del legado que transmita a mis seres queridos. El viaje a donde hay nieve en abril.
Bravo por los dos y muchas gracias por compartirla con los lectores de NogueraNaturalmente.
Ójala nos manden muchos más textos de los intervinientes o de gentes que quieran expresar algún sentimiento o comentario por este medio (e-mail: nogueranaturalmente@gmail.com) o simplemente nos los dejen en el cuadro titulado "Publicar un comentario en esta entrada", al final de este artículo.
Mi última reflexión es para felicitar a los organizadores por su esfuerzo y cariño en la organización y a todo el pueblo de Jorcas por su hospitalidad y lección de saber hacer, saber comunicar, saber amar.... Nos emocionamos con vosotros por José Antonio y nos volvemos a emocionar ahora recordando esos momentos que han sido los mejores que hemos vivido de este verano.
Reportaje gráfico del evento |
Lucía Pérez García presentando el acto |
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Intervenciones de cantantes y admiradores que leyeron sus mensajes de recuerdo y homenaje |
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Posters de poemas, letras de canciones y recuerdos colgados en las calles de Jorcas |
Noticia en el Diario de Teruel (Imágenes ampliables para facilitar la lectura)
Álbum de mensajes*