jueves, 15 de mayo de 2008

¡A sus ordenes, mi sargento!


Los cañones y los fusiles están limpios y en orden de revista y nos hemos cargado a un par de moros, mi sargento. Si no manda Vd. otra cosa, ¿Podemos irnos a almorzar ya?

¿Reconocees a alguno de estos soldados?

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