lunes, 10 de noviembre de 2008

La Puerta Falsa



Casi todos los que tenemos alrededor de 50 años, hemos conocido la Puerta Falsa de Noguera llena de cabras, cuando las traía el cabrero para que sus dueños las vieran y las ordeñaran.



Las cabras “sabían” donde vivían y ellas solas solían llegar a su casa, aunque también había alguna más díscola que había que ir a buscar por las calles. Cuando llegaba la hora de soltarlas de nuevo, se oía el sonido del cuerno que el cabrero tocaba para que todo el mundo llevara las cabras a la puerta falsa y volver a irse al monte.

Pero, ¿de donde viene el nombre de la Puerta Falsa? No se si será verdad o mentira, pero a mí me contaron esto:

Hace muchos años, vivía en la Puerta Falsa una mujer que se llamaba Celestina que estaba casada con Ambrosio y no tenían hijos. Ambrosio trataba bastante mal a su mujer, porque como no tenían hijos la consideraba una inútil, siempre le decía que para que tanto trabajar si no tenían ningún hijo para que heredara las tierras y la casa.

Celestina lo llevaba todo con resignación, pues pensaba que era ella culpable y que Dios le había dado esa cruz. Pero un día Celestina desapareció y su marido no consiguió encontrarla por ningún sitio. Todos los vecinos la buscaron durante días por el monte, pero no apareció. Pasaron varios años, y Ambrosio murió. Como no tenía familiares, lo enterraron, cerraron la casa y nadie se volvió a acordar de él ni de Celestina.

Al cabo de un tiempo, los vecinos vieron que las ventanas de la casa de Celestina y Ambrosio, estaban abiertas, y una mujer joven estaba limpiando. Nadie sabía quien era, ni sabían cuando había llegado, ya que nadie la había visto, ni llegar andando ni en el autobús.

Cuando la mujer por fin salió de la casa, llevaban a una niña pequeña de la mano, que perecía su hija y se dirigió al Ayuntamiento. Llevaba una carta manuscrita de Celestina en la que la nombraba heredera universal de sus bienes. Nadie sabía que había pasado 30 años atrás, pero todo el mundo coincidió que la mujer y la niña se parecían a Celestina, pero que no tenía ningún rasgo de Ambrosio.


Narración de Pilar Molada



1 comentario: