El campo que aparece en la fotografía estaba sembrado de patatas hasta que la tormenta lo dejó hecho un lodazal |
Lluvia, granizo, viento y niebla. Todos ellos hicieron acto de presencia el pasado martes en Torres de Albarracín y, en cuestión de una hora, dejaron cosechas destrozadas, muros caídos y coches atascados en el lodo. La fuerte tormenta registrada el primer día del verano ha causado un grave daño en más de 200 hectáreas de cultivo, tanto de secano como de regadío, aunque no ha tenido consecuencias ni en viviendas ni en vehículos.
La tormenta fue intensa, pero estuvo concentrada en tan solo cuatro kilómetros de extensión. En Torres de Albarracín cayeron un total de 85 litros por metro cuadrado en poco más de una hora y aunque en otras poblaciones de la Sierra de Albarracín también llovió, no lo hizo de forma tan fuerte ni con piedra.
Algunos de los vecinos se asustaron por la intensidad con la que caían el agua y el granizo. A Pascual, de 86 años, le pilló en mitad del campo sin ningún lugar donde resguardarse y tuvo que protegerse bajo un árbol tapado con unos plásticos, aunque no resultó herido.
El teniente alcalde del Ayuntamiento, Ignacio Alamán, apuntó ayer que van a solicitar ayudas para paliar los daños en las cosechas, ya que hay muy pocos agricultores que las tengan aseguradas.
Fuente: M. C. AGUILAR / Torres. Diario de Teruel, 23 de Juanio 2011
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