Nuevo reconocimiento del patrimonio artístico de Albarracín

Fecha de emisión: 15 de julio de 2011 | Tirada: 280.000 hojitas bloque

Se trata de una hoja bloque que reproduce una panorámica del conjunto catedralicio y su entorno, en la que se ha seleccionado una vista de la torre del campanario como motivo del sello.



Con esta emisión, que consta de una tirada de 280.000 hojas bloque y un valor postal de 2,84 euros, se suma a difundir el patrimonio cultural artístico de Albarracín, uno de los pueblos más pintorescos de la península.

Albarracín es Monumento Nacional, Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, y está propuesta por la UNESCO para ser declarada Patrimonio de la Humanidad.

La Catedral del Salvador se convierte en otros de los monumentos artísticos turolenses que pasan a formar parte del coleccionismo filatélico, junto a el castillo gótico de Valderrobres, la torre mudéjar de San Martín, en Teruel, o el paisaje natural de los Órganos de Montoro, en el Maestrazgo.

La serie de emisiones de Catedrales dedica una hoja bloque a la Catedral del Salvador de Albarracín. Reproduce el sello una vista de la torre del campanario, y se completa la hoja bloque con una panorámica del conjunto catedralicio y de los edificios de su entorno. Se halla la población turolense de Albarracín a orillas del río Guadalaviar y a una altitud de 1.171 metros. Pertenece su diócesis a Teruel-Albarracín y fue declarada la ciudad Monumento Nacional en junio de 1961.

Fuente: Correos

Otras sellos de catedrales de nuevas y antiguas series

Aunque la Catedral de Albarracín se asienta sobre los restos de un anterior templo románico, la construcción del edificio renacentista que hoy conocemos fue iniciado hacia 1530 por el obispo Gaspar Jofré de Borja y concluido hacia 1595, siendo obispo Martín Terrer Valenzuela, quien mandó levantar la torre del campanario. En la construcción del conjunto catedralicio intervinieron los maestros Quinto Pierres Vedel, al que se debe la construcción de la cubierta y de varias capillas, y Martín de Castañeda que intervino en el coro y en la cabecera del templo. Posee una única nave y la cabecera está formada por un ábside poligonal. Tiene un claustro que sirve de comunicación con el Palacio Episcopal y tanto la Catedral como el claustro sufrieron una profunda modificación en el siglo XVIII, dándole la apariencia barroca actual. Dispone el edificio de dos puertas de acceso, la principal por la cabecera y otra lateral que da acceso al claustro y luego a la propia catedral.

El retablo mayor es obra de notable calidad realizado en 1566 por el imaginero Cosme Damián Bas. De las distintas escenas evangélicas que representa, la principal es la Transfiguración de Jesucristo en el monte Tabor, preámbulo de la Resurrección del Salvador a cuya advocación está consagrada la iglesia. Las demás escenas menores se refieren a la intervención de la Virgen María, con los evangelistas y profetas representados en las calles, anunciadores de la Encarnación de Cristo. La nave está cubierta con bóvedas de crucería estrelladas de tradición gótica tardía. Cuenta además con las capillas de la Magdalena, San Antonio Abad, San Sebastián, de las Almas, de Santa Ana, del Pilar, con un retablo barroco y una imagen de la Virgen, y la capilla de San Juan Bautista, también con un altar barroco. Destacan igualmente del conjunto, su coro con sillería gótico-manierista y la portada del claustro obra de Ezpeleta y Juan López, además de la capilla de la Inmaculada Concepción.