
La Capa Pluvial del siglo XVII, junto con la Cruz Procesional del siglo XIV y la Sagrada Custodia del siglo XIX son los tres tesoros histórico artísticos de mayor valor que se conservan de Noguera. Los tres están custodiados en museos eclesiasticos como reliquias de gran valía.
Las capas pluviales eran vestidas por los sacerdotes y/o diáconos en los actos de culto divino que lleva capillo y/o escudo en la espalda. Como esta prenda empezó a llevarse en las procesiones, fuera de los templos y se empleó para protegerse de la lluvia y del frío, se llamó pluvial en Italia, nombre que se ha conservado hasta hoy en el lenguaje eclesiástico. En la actualidad, se usa para celebraciones litúrgicas en el interior de las iglesias.
La Capa Pluvial de Noguera es de estilo Barroco y data del siglo XVII. Es, por tanto, anterior a la construcción nuestra actual Iglesia y coetánea de la Ermita de las Buenas Nuevas donde quizás estuvo anteriormente. No se conocen sus orígenes pero debió ser un regalo o adquisición de gran valor que premiaba el fervor de esta población.
Está tejida en seda granate con filigrana barroca bordada en toda la extensión de la prenda y en el reverso lleva un capuchón (o simulación) bordado con imágenes divinas de Dios, la Virgen María y el niño Jesús bordadas con hilo de oro y plata de una belleza sin par.
Actualmente está expuesta en el Museo Diocesano de Albarracín situada en el lugar preferente de la ropa ceremonial en dormitorio del Obispo, donde además de custodiarla y conservarla con los medios adecuados puede ser admirada por muchos visitantes que no la verían en nuestra iglesia.
La Capa Pluvial de Noguera está catalogada en el "Inventario artístico de Teruel y su Provincia" y se salvó de ser destruida en la Guerra Civil como otros objetos religiosos gracias a una persona anónima que sacó de Noguera, al igual que ocurrió con el Estandarte Procesional que se halló escondido por un tabique en la antigua casa de Puerto.
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