¡PEPITA, MIGUEL Y JUAQUINA OS MANDAN RECUERDOS Y BESOS PARA TODOS, DESDE BURBÁGUENA!
Ayer hicimos una visita sorpresa a Pepita, Juaquina y Miguel en Burbágena y, por casualidad, nos los encontramos juntos en la habitación de Pepita. Están estupendamente de salud y muy bien cuidados por las enfermeras de sus dos residencias. Bueno, con algunos achaques...
Pepita con un excelente humor nos comentó que le duelen un poco las lumbares y las cervicales de estar todo el día sentada pero que por lo demás esta estupendamente. Bueno, eso sí, se queja cuando la duchan porque le mojan el pelo y... ¡las manda a hacer gárgaras!. Y añade con esa miradita suya de "pillina", "menos mal que nos toca solo una vez a la semana. Aún y así, la última vez que vinieron a por mí les dije que estaba muy ocupada y tenía muchos asuntos que hacer".
Juaquina está muchísimo mejor de sus piernas. La curan a diario y han desaparecido casi todas sus ulceraciones y la hinchazón general. Su humor y su sonrisa, que en sus últimos días en Noguera estaban un poco apagados por su enfermedad, han vuelto con toda su dulzura. "Estoy muy bien, en serio. Aquí me tratan de maravilla y mis piernas ya no me duelen. Duermo toda la noche de un tirón"... "Han pasado 2 meses de que estoy aquí, y si te voy a ser sincera, se me han hecho cortos, porque sentirse bien y acompañada por tanta gente buena, es lo mejor que hay".
Miguel ha pasado recientemente el reconocimiento médico sin nada que reseñar salvo que ha perdido bastante peso. Él dice que come normal y a sus horas. Pero lo achaca a que ha estado algo triste ultimamente. Miguel conserva una memoria excelente y además de reconoceme por la voz nada más abrir la boca (yo fuí el primero en hablar), recuerda perfectamente detalles nuestras conversaciones de hace más de 15 años. Preguntó por muchas gente y recordó mil cosas de Noguera, mientras sus ojos, extraviados para siempre en el recuerdo, enrojecían de una emoción contagiosa de esa que te pone un nudo en la garganta.
Las instalaciones, el personal y el ambiente de las residencias son muy buenas. Cada día pasean y toman el sol en unos explendidos jardines y patios, charlan con las amigas, ven la tele, hacen manualidades, juegan a las cartas, etc. Nos comentan que el personal que les atiende es maravilloso y que solo echan de menos una cosa: que la residencia estuviese en Noguera para poder ver a sus familias, sus amigos y sus montes y ríos de toda la vida. ¡Ah! Y les encantan las visitas y las llamadas telefónicas.
"Aquí me tratan muy bien y recibo muchas visitas y llamadas telefónicas", repetía Juaquina con esa dulce y picara sonrisa tan suya. "Pero que le vamos a haceeeer, todo no puede ser perfecto" Añadía Juaquina. Quien sabe, pensé yo, quizás algún día se cumplan sus sueños.
Los 3 tienen una ilusión enorme de que llegue el verano para poder venir a pasar unos días a su Noguerita. En eso estamos casi todos de acuerdo. ¿No?
Como una imagen, vale más que 100 palabras, aquí os dejo algunas fotos que corroboran el feliz encuentro.
Conversando con una amiga.
Patio interior de recreo
Habitación de Juaquina
Sobre la mesita de su habitación, sus recuerdos más queridos.

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