Con motivo de los V Encuentros del Solsticio de Verano en Jabaloyas, queremos dejar constancia el origen de esta tradición brujeril de este pueblo vecino y dejaros la narración de una de las leyendas más famosas del lugar.
"Jabaloyas puede ser considerado como el lugar mágico por excelencia de la sierra. Son muchos los relatos de brujas y de seres mágicos que tienen como escenario los montes, a cuyos pies se sitúa la localidad.
Las brujas eran mujeres que, a través de un pacto con el diablo, habían adquirido la facultad de llevar a cabo actos sobrenaturales con la ayuda de encantos secretos, amuletos, brebajes o plantas. Usaban estos poderes que les había otorgado el demonio para causar daño a sus semejantes. Se reunían en lugares secretos, donde se rendía culto al diablo, conociéndose estas reuniones como aquelarres.
Leyenda de la caza de las brujas de Jabaloyas
Las brujas de Jabaloyas solían bajar al pueblo de Frías de Albarracín para robar el vino de las bodegas, un elixir, que mezclado con hierbas, les permitía alcanzar el éxtasis. Penetraban en las bodegas a través de la chimenea, gustando de tomar, sobre todo, el vino del Tío Candelas, que poseía el mejor caldo de toda la localidad. La sucesión de robos le llevó a vigilar la bodega día y noche, tratando de atrapar al ladrón.
Una noche, mientras hacía guardia, vio llegar a unos seres volando sobre escobas que entraban por el tejado de su bodega. Asustado, pero con ganas de revancha, salió de su escondite y se acercó a la puerta para abrirla. Justo cuando abrió, acertó a ver cómo las mujeres se convertían en horcas. Se le ocurrió calentar el hierro de marcar las ovejas y aplicarlo a las horcas, dejándoles una señal. Al día siguiente, el bodeguero pudo ver cómo había varias mujeres en el pueblo señaladas por el fuego."
FUENTE:
Texto publicado en: “Mitos y leyendas de la Sierra de Albarracín”, Rubén Sáez Abad, CECAL.
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