Transcribimos y comentamos a continuación un curioso documento de los años 60 escrito por D. José Lorente (Mosén Pepe), párroco de Noguera entre 1960 y 1978 que aporta interesantes datos históricos, sociológicos, geográficos y literarios sobre Noguera y su término.
"Al pie, dirección sur, en las estribaciones del macizo silúrico de Sierra Alta, en una altura que excede los 1830 metros (de altura) reposa en su tranquilo bienestar un pueblo de 275 habitantes[1], que apaciblemente escuchan en las largas temporadas, finales de Otoño, o en sus noches invernales la radio o ven los programas de televisión en su humilde y sencillo cuarto de estar, o en la vieja cocina alrededor de una estufa alimentada con leña que a Dios gracias se haya abundante. Este pueblo se llama ahora Noguera, lugar que pertenece a la Comunidad de Albarracín, compuesta por 22 pueblos y que antes fue designado con el nombre de Náxera o Nágera[2] puesto no cabe duda por aquellos hombres traídos de Navarra por D. Pedro Ruiz de Azagra, Señor de Santa María de Albarracín, con el fin de conservar con mayor seguridad la independencia de su pequeño Rey[3].Abunda en riquezas turísticas[4] que la naturaleza donó gratis “et amore” a los que habitamos a su lado, y casi todavía más a los muchos que nos visitan, ya que ellos pueden en los días de vacaciones disfrutar con mayor intensidad. He dicho: “et amore” pues con amor realizó Dios su obra de la creación para la vida, recreo y distracción del hombre en su paso por la tierra, para que en su disfrute piense en su Hacedor y por siempre lo alabe desde lo más profundo de su ser hasta su manifestación externa por medio del culto solo a Dios debido.Casi absorbido Noguera por el desfiladero triangular de sus grandes crestas de montañas, no desérticas sino bien pobladas de pinos, por su gran altura ve pasar de cerca y paralelo a él, el acuoso fruto de sus entrañas, pequeño río de la Tejeda[5] así llamado por los nativos y que riega parte de la huerta en su tortuoso curso en sus dos laderas Este y Oeste, para después juntarse con su hermano gemelo el de la Garganta, y en unión fraterna ayudar a las fuentes que nacen en término de Tramacastilla y fertilizan así sus huerta.Nada más poético, como diría Manuel Polo y Peyrolón[6], el cantador de la belleza de estas sierras en sus variadas obras escritas principalmente sobre Valle Hermoso –Torres de Albarracín- , que el contemplar ese centenar de casas recogidas alrededor de la iglesia como palomas se refugian en su palomar. Solo unos pocos edificios se dispersan de ella al seguir la trayectoria de la carretera que parte de Teruel, en su paso por Noguera, para decirles a los viajeros: por aquí sigue el camino en dirección a nuestros hermosos pinares, disfrutad de ellos y de sus abundantes y ferruginosas aguas, que aquí permaneceremos hasta el año que viene con nuestra situación variada y con las mismas arrugas en nuestras fachadas, pero cumpliendo si la misión caritativa de enseñar la ruta hacia los aires secos y oxigenados de estos montes. A pesar de su variada colocación las casas forman dos calles principales paralelas a la casa de Dios y su plaza, como custodios de ella, y que reciben las aguas que de sus ríos vierten con fuerte estrépito al estrellase contra su consolidado pavimento fabricado de cemento y adoquines extraídos de la piedra del Castillo, enclavado en un paraje de los más bonitos de este término.Linda al norte con Bronchales y recomunica con él por un camino vecinal, asfaltado, de un recorrido de 8 Km. Bastante empinado y tortuoso, pero bien acompañado por suntuosos pinos que parece que les ha puesto allí la naturaleza en dos filas siguiendo el curso de la carretera, para dar escolta a los viajeros que frecuentan estas alturas en busca de un merecido descanso unas veces y otras por necesidad de sus aires. Al sur está Villar del Cobo, y le separa unos 12 Km. Aproximadamente teniendo acceso a él por medio de una pista forestal, bastante agreste, pero también revestido el terreno de monte bajo y pinos. Al este no hay pueblo alguno, y linda su término con el frondoso Puerto de la Comunidad de Albarracín, con sus cientos de hectáreas de extensas praderas salpicados con abundancia extraordinaria de rectos y espigados pinos, parte de la riqueza forestal de esta comarca. En el hay algo muy notable que llama poderosamente la atención a toda persona que le ve por primera vez y es que una vez escalonado, se divisa un panorama singular en el trazado de la carretera nacional de Noguera a Orihuela, a su paso por el que parece le divide en dos partes por el suelo, pero no en el vuelo ya 1ue se unen las ramas de los pinos de un lado con el otro en estrecha e intima unión durante un recorrido de casi 4 Km., formando un bello embovedado natural y sin artificio humano que se llama la célebre Recta del Puerto que atrae y encanta., dando libertad a un esparcimiento espiritual tal que al retirarse con nostalgia de él se dice uno a si mismo: el año que viene si puedo tengo que volver a disfrutar de estas maravillas de la creación y, después en íntima y estrecha unión con Dios darle gracias por su gran obra. Me faltan los límites al Oeste. Poco puedo decir de él por sus tierras de labor entre los grandes y agrestes cerros y sin vegetación.Todo el pueblo está perfectamente adoquinado y con facilidad de acceso de coches hasta la casa más apartada y si debido a su declive natural por algún sitio pudiera desmoronarse, se han hecho contrafuertes y muros de mampostería coronados de verjas de hierro, que evitan posibles caídas de niños o animales. Disfruta de aguas potables en las casas, y mirando a un futuro posible el ayuntamiento tiene presupuesto aprobado de dos millones y medio de pesetas para una nueva traída de aguas de la fuente del Royo El Gato muy caudalosa y que tiene su nacimiento junto al margen izquierda de la repetida carretera de Teruel a Orihuela, con un caudal de más de 3 litros por segundo, debidamente analizada, y situado en el paraje denominado de La Garganta. Además de su saneamiento, está iluminado por 72 focos de mercurio, no al azar, sino con conocimiento de causa por todos los recovecos del pueblo y que dan, sobre todo por la noche, la agradable sensación de un Belén navideño visto a distancia.Desde al año 1927 aproximadamente[7] ha tenido teléfono público, no interrumpido más que por la ocupación de este pueblo por los rojos. Tiene casa de Higiene y Sanidad con médico residente en ella. Línea de autobuses diaria con Teruel con una distancia de 58 Km.Y por fin debo decir que la corporación municipal lleva invertidas en mejoras del pueblo una cantidad de 13 millones de pesetas desde el año 1960 a esta parte, quedando por realizar otras obras ya en proyecto como son, un camino de acceso de vehículos por la ladera oeste del pueblo hasta la fuente del Hierro que dista tan solo 300 metros y después por él poder transportar los materiales necesarios para poder llevar a cabo un pequeño embalse con las aguas del río ya citado de la Tejeda, aprovechando el acercamiento de dos rocas, y que se considera de gran interés turístico y de distintos aprovechamientos como el baño y pesca de su finísima trucha, abundante cuando no falta el agua; además un teleclub y parque infantil que esperamos conseguir.Y para terminar, hemos hablado de la colocación de la Iglesia de San Miguel casi en medio del pueblo pero nada hemos dicho de su estructura arquitectónica, de su pequeña riqueza actual. La fabrica actual data de principios del siglo XVIII. Tiene muros de mampostería y tres naves sobre pilares cruciformes con arco triunfal de medio punto, bóvedas de aristas todas, y una esférica oculta por la cubierta del tejado, estilo renacentista modesto. Al siglo XVIII pertenece también la magnífica labor de hierro forjado del antepecho del coro. Desmantelada la iglesia en 1936, solo se ha salvado una capa pluvial encarnada[8], con bordado de oro del siglo XVII. Más una cruz parroquial depositada en el tesoro de la catedral de Albarracín el 17 de diciembre de 1095 por el Excmo. Sr. Obispo de Teruel y A.A. de Albarracín D. Juan Cosmes y Vidal, cuyo documento obra en esta parroquia, y otro firmado por el vicario de Albarracín, en el que acepta la autorización hecha por el Rvdo. D. Martín Giménez, cura regente de esta parroquia a favor de Don Manuel Mora para recoger dicha cruz, y al la vez le ruega espere la venida del Sr. Obispo para llevar a efecto sus plausibles deseos, no habiendo inconveniente por parte de este cabildo de informar favorablemente su justa petición. Lo firma Ramón Manchancoses. La referida cruz presenta esmaltes en los extremos con los atributos de los evangelistas. Se puede fechar como del siglo XI o XII.[9]"
Ver documento original del escrito de Mosén Pepe en este enlace
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De izquierda a derecha: Desconocido, Jaime Morón, Secretario de Bronchales y Mosén Pepe (Años 60) |
Comentarios
[1] Censo que él mismo aportó en 1960 luego el escrito debe ser de una fecha no muy apartada.
[2] La derivación de la palabra Náxera a Nágera en lugar de Nájera que propuso el contemporáneo historiador y canónigo de Albarracín, Tomás Laguía, se acerca más al posterior desarrollo de la voz “Noguera”. La derivación de la “X” a J o G, como en el caso de Ximénez a Jiménez o Giménez, fue muy común en la Edad Media.
[3] Posiblemente quería decir “reinado”
[4] Desconocemos el propósito de este escrito pero bien parece salido de la pluma de un concejal de turismo.
[5] Se refiere al río Noguera. No sabemos si por confusión o porque entonces se llamaba así.
[6] Nacido en Cañete (Cuenca), Don Manuel Polo y Peyrolón, Catedrático de Psicología, Lógica y Ética y Senador del Reino de Aragón, solía pasar los veranos en Gea desde su infancia. Escribió varias obras relacionadas con los pueblos de la sierra. Su rica prosa influyó sin duda en la de Mosén Pepe.
[7] Dato este bastante sorprendente por lo remoto del emplazamiento de Noguera y el escaso desarrollo de Teruel en esa época. Sobre todo teniendo en cuenta que en 1930 Telefónica había extendido la red hasta 2.560 localidades, que agrupaban tan solo al 50% de la población española. ("Las telecomunicaciones en la España contemporánea, 1855-2000", Luis Enrique OTERO CARVAJAL, UCM.)
[8] Esta capa pluvial debió desaparecer en los años 60. Quizás Mosén Pepe supiera el destino que siguió y lo dejara escrito en algún documento, como en el caso de la Cruz.
[9] Los expertos datan la Cruz entre el siglo XIV (los esmaltes) y el siglo XVI (el crucifijo)
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