
Enclavado en un bello paraje montañoso al fondo de un valle y bañado por las aguas del Río Guadalaviar se levantan los perfiles de esta localidad perteneciente al pequeño municipio turolense.
Su casco urbano se extiende a lo largo de una ladera formado un entramado irregular con construcciones principalmente de mampostería encalada, rematándose con aleros de madera y tejados rojizos. En sus fachadas destacan los laboriosos trabajos de rejería, costumbre muy arraigada en la comarca.
Presidiendo toda la localidad se levantan los volúmenes de la Iglesia parroquial de los Santos Justos y Pastor. Obra gótico renacentista construida en el siglo XVI. Consta del propio templo, atrio y el pórtico doble de ingreso. El interior presenta nave única cubierta con coro a los pies y cubierta por bóveda estrellada, aquí se conservan varias tablas góticas y un retablo barroco con rico trabajo de ornamentación en dorados. Al exterior destaca el pórtico con columnas de sección hexagonal que soportan una techumbre de madera anteriormente pintada. Un enorme arco de medio punto alberga la puerta que, con motivo de sus restauración ha perdido sus bonitos clavos de forja.
La torre se eleva a los pies del templo, cuenta con tres cuerpos estando el último rematado por un airoso chapitel piramidal.
De su arquitectura civil cabe destacar la "Casa Palacio de los Muñoz", antigua vivienda de una rica familia de ganaderos de la zona levantada en el siglo XVIII. Presenta una estructura con las características mencionadas y rematada por una bonita galería de arquillos, algunos cegados y decorados con dibujos geométricos.
A éste hay que añadir el edifico del Ayuntamiento, antigua casa de los Fernández de Villar con valiosos testigos de un pasado gótico en su interior. En la actualidad ha sido modificado considerablemente pero si nos fijamos bien todavía podemos apreciar algunas marcas de cantero en las piedras de los arcos.
A las afueras nos encontramos con la ermita de la Virgen del Rosario, levantada en el siglo XVII. Presenta nave única, techumbre de madera y decoración barroca del siglo XVIII.
Fuente del texto: CAI Aragón Turismo.
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