sábado, 13 de octubre de 2007

La primera inmigrante de Noguera



Mi nombre es Silvia Noemi Severino, soy argentina, nací en General Alvear un pueblo ubicado en la zona central de la provincia de Buenos Aires. Un lugar donde casi todos se conocen, en donde está casi toda mi familia, mi infancia, los amigos de toda la vida, la escuela número 1, donde hice la primaria y aprendí a escribir, la escuela secundaria y con ella mi adolescencia, y un montón de lindos recuerdos.



General Alvear es hoy mucho más grande de lo que era cuando yo era pequeña, ha crecido, ha progresado, es un lugar muy bonito y querido para mí. (ver fotografías aquí;)

Tengo dos hijas, Sharon y Sheila, lo mejor que me ha dado la vida.

En octubre del 2004, vine a España para intentar encontrar trabajo y un lugar donde vivir. El primer mes estuve en la casa de unos chicos argentinos, luego conocí a Vicky y Miguel un matrimonio que vive en Atcorisa, ellos me ofrecieron su casa, donde pasé dos meses y me acompañaron a muchas entrevistas laborales. Ese tipo de gentil mano de ayuda que llega cuando uno la necesita y luego no puede dejar de olvidar ni agradecer.

Un día la publicación de un anuncio realizado por el alcalde de Noguera, en el que se leía que el pueblo necesitaba chicos para la escuela, y nunca habían llegado inmigrantes, me animó a llamarlo. Enseguida me dieron cita para conocerme y la oportunidad de trabajo vino con ella.
Volví a mi país con la dicha de haber logrado mi meta, y con el fin de conseguir el visado necesario.

El 15 de junio de 2005, ya estaba pisando España con mis hijas, la documentación para comenzar con mi nuevo trabajo, y un montón de sueños, ilusiones y expectativas que de a poco se están cumpliendo.

Hoy las calles de Noguera y sus maravillosos paisajes forman parte de mi vida en el presente como las calles y mi Alvear querido de mis recuerdos. Hoy Noguera es mi casa, el hogar donde se crían mis hijas y planeamos un futuro. Por eso no puedo dejar de agradecer al ayuntamiento, por abrirme las puertas de España, y a la gente, que con su trato y amabilidad nos permitió integrarnos sin problemas.

Al señor Alcalde y su señora, y a todos los que me han dado trabajo: Carlos y Juana, Manuel y Pilar, los abuelos Ernesto y Luisa, que actúan como verdaderos abuelos de Sharon y Sheila, consintiéndolas demasiado-, y a todos para quienes trabajo en verano.

A mis hijas por aceptar este cambio y adaptarse a él, a Valentín por el día a día y a mi familia.

A mis amigos de Argentina que supieron entender que me fuera tan lejos en pos de un sueño y que cuando se lo desea mucho y se trabaja para ello, se puede cumplir.

Persevera y triunfarás, reza el refrán y en eso sigo, sabiendo que nada se logra sin esfuerzo y trabajo.

Nota de la redacción.

Gracias, Silvia. por contarnos tu vida y tus sentimientos, por tu agradecimiento, por tu trabajo, por tu amistad, por estar en Noguera... Personas como tú, sin pretenderlo, hacen más grande el lugar donde habitan.

Si algún día te vas de Noguera, contigo se irá una parte entrañable de este pueblo que tanto queremos. Y me consta que muchos vecinos piensan como nosotros.

¡Que seas muy feliz!








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