En Noguera, dentro de un dominio climático de montaña media mediterránea continentalizada, aparecen representadas los siguientes árboles:
El quejigar y los enebros sobre las descarnadas calizas de las superficies de erosión.
El sabinar, en las parameras calcáreas de extrema continentalidad, a la misma altitud.
El marojo, sobre materiales silíceos de la Sierra de Albarracín, que asciende hasta los 1.600 metros, sustituido por pinares albares.
Por encima de 1.500-1.600 metros dominan los pinares silvestres o albares, con boj o con sabina rastrera sobre calizas o con sotobosque de marojal sobre cuarcitas y pizarras. Especialmente famosos por su belleza y productividad son los pinares del Puerto y la Garganta.
En las cumbres más elevadas se puede señalar la presencia de pino negro, bien adaptado a la fuerte a nevadas y fríos invernales, que se considera una especie de reliquia de etapas más frías del Cuaternario.












Acompañando a los ríos, existen las típicas formaciones de ribera, formadas por álamos, chopos, olmos, fresnos y sauces. Sobresalen por su vistosidad (especialmente en otoño) y valor económico las choperas de la rivera del río Guadalaviar.
El carrascal arbustivo, con sotobosque de gayuba, coscoja o enebro, que se extiende por las depresiones y asciende en las estribaciones serranas.










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